-Es lo que la mayoría de la gente considera que debía ser. No necesariamente lo mejor, ni lo mas lógico, sino lo que se adapta al deseo colectivo ¿usted ve lo que llevo alrededor del cuello?
-una corbata.
-Muy bien. Su respuesta es lógica y coherente, propia de una persona absolutamente normal – una corbata--
-Un loco, sin embargo, me diría que yo tengo alrededor del cuello una tela de colores, ridícula, inútil, atada de una manera complicada, que termina dificultando los movimientos de la cabeza y exigiendo un esfuerzo mayor para que el aire pueda penetrar en los pulmones. Si yo me distrajera estando cerca de un ventilador, podría morir estrangulado por esta tela.
Si un loco me preguntara para que sirve una corbata, yo tendría que responderle para absolutamente nada. Ni siquiera para adornar, porque hoy en día se ha tornado en un símbolo de la esclavitud, del poder, del distanciamiento. La única utilidad de la corbata consiste en llegar a la casa y podérnosla quitar, dándonos la sensación de que estamos libres de algo que no sabemos lo que es
Pero, ¿la sensación de alivio justifica la existencia de la corbata? No, aun así si yo pregunto a un loco y a una persona normal que es eso, será considerado cuerdo aquel que responda—una corbata-- No importa quién dice la verdad, importa quién tiene la razón.
A veces imponemos visiones a los demás, a veces la sociedad escoje lo que es verdad y lo que no, lo que importa y lo que no...
En los tiempos que corren hay mucha (demasiada) información sobre la economía, la situación de la bolsa (que nadie sabe cómo funciona) el nivel de la prima de riesgo (que nadie sabe dar una definición precisa) y de las deudas, rescate y condiciones de cada país...
Quizás y sólo quizás no tenemos la información que deberíamos tener, quizás y sólo quizás no sabemos los avances en ciencia que salva vidas todos los días, la literatura que cura heridas que no se ven, las risas que alegran el alma y los consejos milenarios que solucionan abismos insalvables. Quizás deberíamos saber salvar las deudas que nos provocan intereses emocionales, los rescates que nos pueden ayudar y los riesgos que debemos evitar.
Quizás así se construiría una sociedad mejor... y quizás eso salvaría la tal prima de riesgo ó sólo haría que nos quitáramos la tela de colores inservible.
Juan Manuel.
Due Residente.
2 comentarios:
Solo hay una realidad y demasiadas interpretaciones
Me parece un texto interesante; el autor del blog parece que nos quiere decir que en la vida lo que vale es o son las cosas sencillas y las que están más próximas a nosotros de modo que sean más útiles y de lenguaje menos sofisticado que mucha gente como yo no llegan a entender.
Lorenzo.
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