Siempre se ha dicho que el agua es fuente de vida. En los últimos años estamos asistiendo a una continua desertización de España, la falta de agua en nuestro país es un problema endémico al que no se le ha prestado mucha atención. Los continuos cambios en los planes hidrológicos no han solucionado el problema, los también polémicos trasvases entre cuencas solo han servido para incrementar las diferencias entre comunidades.
Solo una política coherente por parte del Estado y una concienciación ciudadana de ahorro podrían paliar el problema porque mucho nos tememos que en el fondo lo que subyace es el cambio climático mundial que empieza a afectar más a los países del sur del continente.
El agua es un producto de primerísima necesidad que la recogemos fundamentalmente y de forma casi exclusiva de la lluvia. Esta es la que nos proporciona que podamos crear embalses y demás construcciones dedicadas a preservarnos de su escasez cuando apenas llueve. La lluvia es importante tanto para las cosechas como para el uso domestico. Este año las reservas están bajo mínimo, pues ha llovido muy poco y debemos concienciarnos del uso que hacemos de ella en nuestro quehacer cotidiano. Se están perdiendo producciones agrícolas muy importantes y cada vez que usamos el agua debemos ser conscientes de que es un bien común. El agua no es solo del que la consume sino de la comunidad entera.
La sequía que estamos viviendo es un serio problema que afecta no solo a nivel personal sino también al mundo agrícola con el que se está cebando y arruinando las próximas cosechas. Los pantanos están a niveles de mínimos históricos y como consecuencia de ello los cultivos tanto de secano como de regadío se están viendo afectado gravemente. Así que solo nos queda hacer un uso lo más ahorrador, eficiente y responsable del AGUA.
José Manuel, Julián e Ignacio.
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