lunes, 20 de enero de 2014

INTERMÓN DENUNCIA LA CONCENTRACIÓN DE RIQUEZA EN MANOS DE 85 PERSONAS.


La masiva concentración de los recursos económicos en manos de unos pocos abre una brecha que supone una gran amenaza para los sistemas políticos y económicos, porque favorece a unos pocos en detrimento de la mayoría. Así que para luchar contra la pobreza es básico abordar la desigualdad. Esta es la conclusión del informe Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica, que publica hoy la ONG Oxfam Intermón.
Datos como que 85 individuos acumulan tanta riqueza como los 3.570 millones de personas que forman la mitad más pobre de la población mundial. O que la mitad de la riqueza está en manos de apenas el 1% de todo el mundo. Eso sin contar que una considerable cantidad de esta riqueza está oculta en paraísos fiscales.
El informe de la organización, advierte de que “las élites económicas están secuestrando el poder político para manipular las reglas del juego económico, que socava la democracia”. La tibieza en la presión fiscal a los ricos, los recortes sociales o el rescate de la banca con fondos públicos son ejemplos de un fenómeno que es tan visible que crece la conciencia pública del aumento de este poder. En España, el 80% de la población cree que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos.
 La crisis económica, financiera, política y social que padece España hoy tiene buena parte de su origen precisamente en esas dinámicas perniciosas donde el interés público y los procesos democráticos han sido secuestrados por los intereses de una minoría”.
Entre las políticas diseñadas en los últimos años que favorecen a la minoría de ricos, la organización enumera la desregulación y opacidad financiera, los paraísos fiscales, la reducción de impuestos a las rentas más altas o los recortes de gasto en servicios e inversiones públicas. El informe constata cómo, en el caso de Europa, “las tremendas presiones de los mercados financieros han impulsado drásticas medidas de austeridad que han golpeado a las clases baja y media, mientras los grandes inversores se han aprovechado de los planes de rescate públicos”.
Por todo ello, Oxfam Intermón exigirá en el marco del Foro Económico Mundial de Davos que adopten compromisos en áreas como los paraísos fiscales, que se hagan públicas las inversiones en empresas y fondos; que respalden sistemas fiscales progresivos; que exijan a sus Gobiernos que los impuestos se destinen a servicios públicos o que si lo son inviertan en atención sanitaria y en educación universales, o que las empresas que representan paguen salarios dignos a sus empleados y los países legislen en esta dirección, fortaleciendo umbrales salariales y derechos laborales.
Por si a alguien se le ocurre pensar que los planteamientos de Oxfam Intermón son utópicos, la organización recuerda que “esta peligrosa tendencia” es reversible y que existen ejemplos de ello. Fue el caso, recuerda, de Estados Unidos o Europa tras la II Guerra Mundial, cuando el crecimiento económico se compatibilizó con la reducción de la desigualdad, o el caso de América Latina, donde la brecha ha disminuido “significativamente durante la última década gracias a una fiscalidad más progresiva, los servicios públicos, la protección oficial y el empleo digno”.
Yo pienso que la riqueza  debería estar más repartida, que los ricos deberían ser menos ricos y que la pobreza debería desaparecer de la faz de la tierra, ya sé que esto es una utopía, pero creo que en este mundo hay riquezas suficientes como para erradicar el hambre y la pobreza de los más desfavorecidos.
j3eles y rafa.





1 comentario:

Jose Manuel Gandullo dijo...

El ser humano es egoísta y envidioso por naturaleza. Y la prueba es: que haríais vosotros si os tocara el cuponazo de 9 millones de euros?
Os lo gastaríais aumentando vuestro nivel de vida o, por el contrario, haríais un ejercicio de responsabilidad y pensando que es un dinero que ha llegado fortuitamente, lo repartiríais entre los mas pobres, como hombres de bien que sois? Porque hablar del dinero de otro es muy fácil. Y conste que no estoy defendiendo a los ricos, lo que digo es que todos somos egoístas y envidiosos.