Machorra, machirulo, camionera, tortillera. Bujarra, maricón, reinona,sarasa. ¡Halaaaaa lo que ha dicho! Y sigue. ‘Vaya pinta de bollera tiene tu amiga’ o ‘Ese tío pierde aceite’. A ver, seamos sinceros: que laslesbianas llevan el pelo corto y visten camisa de leñador todo el mundo lo sabe. Y que los gais jugaban de pequeños con juguetes de niña, también. ¿Sí? ¿Seguro? ¿Todo el mundo lo sabe? Cuánto daño ha hecho la (redoble de tambores)… Heteronormatividad.
'¿Y eso qué es lo que es?'
«La heteronormatividad es un sistema que considera que las relaciones normales son entre hombre y mujer», dice una especie de voz a lo ‘Pepito Grillo’. Es la norma, lo común, y todo lo demás, lo que queda fuera de esa burbuja, es marginal. Como lo eran la homosexualidad, labisexualidad o la transexualidad hace años. ‘Sí, pero eso ya no es así. En el trabajo hay varios gais y, oye, muy bien con ellos. Incluso hay dos que son pareja’ (frase pronunciada por especialistas, no lo intenten en sus trabajos).
Pero, ¿existen realmente la heterosexualidad y la homosexualidad? ¿Hay cosas 'propias' de hombres y de mujeres?Hablemos de género, de sexo y de orientación. Arremángate, respira hondo y lee, que esto te interesa.
'Biohombre' y 'biomujer'
«La sexualidad es como las lenguas. Todos podemos aprender varias», explicaba la filósofa Beatriz Preciado en una entrevista. Preciado no se define ni hombre, ni mujer, ni homosexual, ni heterosexual, ni bisexual, ni transexual. Es ‘transgénero’. Considera que el género no existe, que es una imposición cultural. Las personas nacen como ‘biohombres’ o ‘biomujeres’ (y en otros casos, como intersexuales). Es decir, quenacemos con un sexo biológico (XX o XY), pero no con un género (masculino o femenino). El género se asocia según tu sexo. Si naces ‘biomujer’, se te asociarán unos roles determinados como maquillarte, ponerte vestidos, ser más ‘sensible’… Eso es lo que, a ojos de la sociedad, te hace ser mujer. Por ello, el término 'mujer', lo emplearemos a partir de ahora no para referirnos al sexo biológico, sino al conjunto de sexo+género.
Preciado explica que cuando nacemos, el proceso de asignación sexual es ajeno a nosotros, «no se lleva a cabo haciendo un análisis cromosómico o genético. Realmente, nadie conoce su carta genética y, sin embargo, tenemos la certeza de cuál es nuestro género». Así, laasignación de ‘masculino’ o ‘femenino’ nada más ser expulsados del útero celestial se hace de acuerdo a criterios únicamente visuales que tienen que ver con la estética del cuerpo, con el sexo, con que tengas pene o vagina.
Pero, ¿cuántas biomujeres conocemos que no siguen las costumbres del género que supuestamente les corresponde? Es habitual que se las estigmatice como ‘mujeres masculinas’ porque tienen comportamientos o hábitos que han sido propios de los hombres a lo largo de la historia.Mujeres que no se depilan, mujeres que eructan, mujeres que se rascan el pubis. Y por el contrario, hombres que se maquillan, hombres ‘amos de casa’, hombres que lloran.
La teoría que critica la existencia de tales roles se conoce como (redoble de tambores) … ¡Teoría ‘queer’! Espera, espera… ¿What the hell es teoría ‘queer`? Y más importante: ¿le importa a mi abuela?
Teoría ‘queer’
Decir ‘queer’ es muy elegante. Como ponerte una corbata que disimula el roto que tienes en la camisa. En realidad, es un insulto, como maricón o bollera, que algunas minorías sexuales adoptaron como suyo para reafirmar su diferencia, su marginalidad. Como decir: ‘Sí, soy maricón, ¿y qué?’ Esta teoría, igual que cuestiona la existencia del género, también remueve los pilares de la orientación sexual al afirmar que ser homosexual o heterosexual también es una construcción social.
Sin embargo, Jesús Martínez, a sus 26 años, asegura que le gustan los hombres, y que jamás se sentiría atraído por una mujer. «Por mucho que haya teorías que digan que yo podría ‘aprender’ a sentirme atraído por una mujer, yo no lo siento así para nada», reconoce.
Marta Luengo tiene ahora 24 años y aunque siempre ha tenido relaciones heterosexuales, hace poco más de dos años, se enamoró de una chica. «Piensas que eso no te va a pasar a ti, que lo que te gustan son los músculos y las voces graves y resulta que no». ‘Pero, ¿entonces eres bisexual?’, le suelen preguntar. «No. No me excitan las vaginas o los penes, sino las personas, independientemente de su sexo. Que tengan una cosa u otra es indiferente para mí», añade.
Des-orientaciones
Pero a ver, aquí habíamos venido a hablar de ‘pomosexualidad’. Eso decía el titular. A mí que me devuelvan el dinero. Precisamente, el caso de Marta sería pomosexualidad. Este término rechaza las etiquetas convencionales de heterosexual/homosexual/bisexual al considerar que no te puede atraer un género (o ambos), pues no existen, son invenciones sociales.
Según la teoría ‘queer’, en una sociedad sin categorías estancas —los humanos parecemos necesitarlas para que el caos no nos invada—, sin hombres ni mujeres y sin orientaciones, sólo habría personas que aman (en el sentido emotivo y sexual) a otras personas.
La redacción del blog. Extraido de 20 Minutos.
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