El Gobierno realizó hace treinta años un referéndum que solicitaba la autorización de los ciudadanos para la incorporación de España a la OTAN.
Esto puede plantear dos reflexiones de las muchas posibles: ¿por qué no se ha vuelto a consultar una decisión por parte de los partidos que han gobernado? ¿qué ocurriría en este país si los politicos gobernantes consultasen a la ciudadanía todas aquellas cuestiones realmente relevantes? Si en todas las ocasiones los dirigentes se dispusieran a consultarnos una acción controvertida y relevante, los ciudadanos, desde la madurez, podríamos manifestar nuestro acuerdo o desacuerdo, pero eso sería demasiado democrático, ¿no creéis?.
Por otro lado, es también importante recordar que las condiciones de la consulta citada para entrar en la OTAN, se han incumplido completamente, así que nuevamente se presenta la cuestión de exigir responsabilidades por no cumplir con la nación por parte de sus políticos y gobernantes no sólo en lo prometido, sino sobre todo en lo acordado y negociado con el pueblo, y por su puesto, por no atender a sus necesidades.
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