IMPERFECCIÓN DE LA JUSTICIA. SALE TRAS 30 AÑOS DE CARCEL SIENDO INOCENTE.

Estos días estamos escuchando y viendo en televisión lo de la puesta en libertad de un preso de raza negra en Estados Unidos, Glenn Ford, que andaba condenado desde hace treinta años a pena de muerte por el asesinato de un joyero, tras comprobar que otras informaciones (pruebas) lo declaraban inocente.

Con la boca pequeña, podemos decir, hasta cierto punto, que los fallos judiciales se dan más en contra de la raza negra, que generalmente son juzgados por tribunales de personas blancas. Cuando realmente ocurren este tipo de casos ¿quien es responsable de esto? ¿quién paga por haber metido en la carcel a una persona durante treinta años de forma injusta?. Seguramente esta persona ha vivido un infierno y su reinserción social va a ser difícil, esperemos que pueda recuperar parte de la vida que le han robado.

La Justicia ha sido el medio que los seres humanos nos hemos dado para garantizar una convivencia mínima. A lo largo de la historia se han dado fallos escandalosos, movidos por la situación y los contextos sociales de cada momento, así la distinción de razas en ese país ha dado en la practica una justicia desigual. Nos gustaría que esto no se volviera a repetir.

Todos sabemos que la pena de muerte en muchos países del mundo es inamovible, ya que en la mayoría de ellos se considera la solución a muchos problemas delictivos, y pensamos que la ley nunca es perfecta. Por lo tanto ante la posibilidad de fallar con este tipo de leyes, la Pena de Muerte debería de desaparecer de todos los países que en estos momentos lo tengan implantado.

Enrique, Mariló, José Antonio, Lorenzo y Marisa.