AMBOS LADOS.

Para ser feliz hay que mirar hacía ambos lados de la vida, lo hacemos antes de cruzar la calle, ¿Por qué no lo hacemos a la hora vivir?, no solo hay que ver el lado negativo de todo, hay uno que es positivo en cual encontraremos momentos felices. He estado muy deprimida porque pasaba horas y horas encerrada en casa, sola, sin planes, el aburrimiento hacía que creciera mi mal estar, pero he mirado hacía el otro lado y bueno me he dado cuenta que mis vecinas que solo estaban para quedar y sacar a los perros, si no que si pones de tu parte pueden ser amigas. 

Un día le pregunté a una de si podía acompañarla a hacer la compra, llevé mi carrito de la compra y fuimos dando un paseo, estaba cerrado el supermercado y se ofreció a darme unas patatas y unos huevos para tirar para el día siguiente que habrían, ya puestos me enseño su casa y pasamos un rato de charla muy animada. Esta vecina me dijo que quería que le hiciera un tratamiento facial y me pensaba negar porque tenía la autoestima muy baja, estaba muy insegura y no quería meter la pata porque me hundiría más de lo que ya estaba, y miré para el otro lado y quedamos, se lo hice y quedamos muy satisfechas las dos, le enseñe la casa ya que la tenía ordenada y limpia porque miré para el otro lado, vi que una vecina podría venir a casa en cualquier momento y no la iba a dejar en la calle si quería un poco de sal, y me puse a limpiarla, me vine arriba porque lucí mi casa como nunca. 

Esa noche nos fuimos las dos con nuestras parejas a cenar a un bar. Otra vecina que venía de vez en cuando a pasear a su perro, solo venía para ello, y miré para el otro lado, empezamos a quedar a diario, ella me venía a buscar a mi casa y entre risas nos hicimos cómplices, he ido a su casa estos dos días a sacarle al perro porque por su trabajo no podía, y me invito a mí con mi chico a cenar a su bar, hace unos días vino a que le hiciera la cera y se la hice fenomenal, ya tenía casi todo guardado porque la primera vez que se lo hice a una chica fuera de mi entorno no lo hice bien del todo por los nervios y la falta de confianza en mí. Otra vecina que su hijito no estaba pasando unos buenos días con la comida, pues le regale un libro de platos especial para niños y ahora viene de vez en cuando para ver mis tortugas que a su hijo le encantan, me enseño su casa y yo con orgullo le enseñé la mía. Si mirando la vida vemos oscuridad, mira para el otro lado que encontrarás claridad.

DANAE.