Todavía
caliente y sin visos de pronta resolución judicial el reciente
escándalo de los 1.500 cuadros incautados por los nazis y
encontrados en 2011 en la casa en Munich del hijo de un marchante de
confianza del régimen de Hitler —hallazgo silenciado por la
fiscalía durante más de un año hasta que la noticia saltó a la
prensa en noviembre de 2013—, se anuncia la difusión universal y
abierta de la única copia completa del inventario original de las
aproximadamente 20.000 piezas artísticas catalogadas como "arte
degenerado" por los nacionalsocialistas y robadas bajo tal
excusa.
El
Museo Victoria & Albert (V&A) de Londres tiene en propiedad
la única copia completa del registro, que ocupa 479 páginas
mecanografiadas en dos volúmenes y desglosa, por orden
alfabético según la localización y el apellido de los artistas,
todas las obras acusadas de no ser "limpias", proceder del
"perverso espíritu judío" o "bolchevique" o no
defender la idea "imperial" de Alemania por los seis
expertos nazis nombrados por el ministro de Propaganda e Información
nazi Joseph Goebbles y dirigidos por Adolf Ziegler, responsable del
Reich der Bildenden Künste (Cámara de Artes Visuales del Reich). El
primer tomo va de la A a la G y el segundo de la G a la Z.
La
pinacoteca inglesa ha anunciado que los dos dos tomos, redactados
entre 1941 y 1942, ya han sido escaneados en alta resolución y serán
publicados antes de que acabe el mes de enero en la web del museo en
un documento en formato PDF. La fecha de redacción implica que los
nazis no esperaron al dictamen de los expertos para inacautar las
obras, la mayoría de las cuales fueron expropiadas entre 1937 y 1938
sin posibilidad de apelación.
El
inventario es la fuente primaria para conocer las piezas confiscadas
a museos, galerías y particulares y su destino. Hay notas sobre lo
qué pasó con cada pieza: a menudo aparece el nombre del comprador y
la cantidad que pagó. En otras ocasiones las entradas están
marcadas con una equis, lo que según los expertos significa que
fueron destruidas por los nazis.
La
consulta del material constata que todo el discurso nazi sobre la
"limpieza y recuperación" del arte alemán era una cortina
de humo para ocultar un robo a gran escala y la obtención de grandes
beneficios. Una disposición aprobada por Hitler en 1938, la Ley de
Confiscación de Productos de Arte Degenerado, dejaba abierta la
posibilidad de venta de las obras confiscadas, aunque el término
legal era eufemístico: la norma decía que estaba permitida la
"liquidación de arte".
Muchas
piezas fueron vendidas a precio de saldo a los marchantes y galerías
de confianza del régimen, entre ellos Wolfgang Gurlitt, padre del
dueño del apartamento de Munich citado al comienzo de esta pieza. En
galerías de Suiza, Italia y Francia se organizaron subastas de
"maestros de los museos alemanes" con lotes que habían
sido usurpados a las pinacotecas. El análisis de los tomos permite
probar que algunos jararcas nazis se lucraron personalmente de las
ventas y que la Gestapo, la unidad militar de espionaje y control
político del Reich, incautó obras para beneficio de sus
mandatarios.
Entre
las 20.000 obras de Entartete Kunst (expresión alemana para arte
degenerado) aparecen las firmas de más de 1.400 artistas, entre
ellos Max Beckmann, Marc Chagall, Pablo Picasso, Paul Gauguin y
Vincent van Gogh, así como todos los expresionistas alemanes de la
primera mitad del siglo XX.
El
inventario manuscrito fue donado al museo de la capital británica en
1996 por la viuda de Heinrich Robert Harry Fischer, un marchante
vienés que huyó a Londres en 1938 cuando Austria fue anexionada al
Tercer Reich. Fischer nunca aclaró cómo llegaron a sus manos el par
de tomos.
"Esta
lista es de gran importancia para todos los que trabajan en el campo
de la investigación. El reciente caso Gurlitt destaca lo fundamental
que resulta poner el documento original a disposición de cualquiera
con su publicación en línea", señaló el director del V&A,
Martin Roth.
La redacción del blog.
Extraido de "20 Minutos".
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