Muchos
son los films y series televisivas cuyo argumento transcurre durante
la Navidad en
el que, en un momento de la trama, alguien se sitúa bajo una rama
de muérdago y
acto seguido se besa con otra persona.
Pero
en realidad, lo de besarse
bajo el muérdago es
una más de las antiquísimas celebraciones que se originaron en
la Europa
Celta y
que a través de los siglos fue evolucionando hasta acabar siendo
una costumbre
y tradición navideña.
Evidentemente,
en sus orígenes nada tenía que ver la Navidad con todo lo que
el muérdagorepresentaba para los celtas. Éstos la
consideraban una planta con numerosas propiedades
medicinales, a la vez que místicas. Muchos remedios y ungüentos
utilizados desde la época de los celtas estaban
realizados a partir de esta planta.
Entre
las muchas bondades que se le atribuía al muérdago se encontraba el
considerarlo afrodisiaco, un potenciador de la fertilidad y la
planta de la paz y el amor. Esto llevó a que muchos fueran los
hogares en los que se colgase una rama de muérdago en la
misma entrada, a modo de atraer la buena suerte para sus
habitantes y visitantes, que reinase en aquella casa el amor y la paz
y a la vez que fuese bendecida con muchos hijos.
De
ahí nació la costumbre de abrazarse y besarse al llegar a una casa
y hacerlo cruzando el umbral en el que se encontraba el muérdago
colgado.
Con
el paso de los siglos y la instauración de las costumbres navideñas,
el muérdago continuó siendo uno de los elementos presentes en la
decoración y, por tanto, continuando la tradición de que besarse
bajo una rama de esta planta proporcionaría suerte y amor.
Redacción del blog.
1 comentario:
Hay que besarse sin excusas y con excusas, mas todavía. Y hay que abrazarse mas. Parece una tontería pero esto segrega unas endorfinas que nos hace sentir bien y ademas refuerzan nuestros lazos familiares y sentimentales.
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