Cada
vez es más espaciosa la ausencia de tu nombre, más oscura, más
densa, mas fría, mas indescifrables los códigos que rigen esa
separación impuesta, corazones que laten a ritmos desbocados y
peligrosos a ambos lados de un río que se desborda por entre los dos
lados.
Cada
vez más suplicantes las peticiones de piedad, cada vez más
alarmante la noche que antecede el día, cada vez más precisos las
palabras de amor que un día nos susurramos al oído, cada vez más
necesaria tu mano cogida a la mía, unidos por un acuerdo inventado
por la imaginación de nuestros corazones que no es otra cosa que la certeza de que el amor vive y sueña en cada estrella.
Cada vez hay más brillantes esmeraldas cubriendo las paredes y no
distingo en ellas tu rostro ni tu nombre escrito en ellas como ala que
se alza sobre la ola, cada vez más lejos la aventura de tu nombre,
tu espalda marcada de suplicas agonizantes, exigentes, desesperadas,
alarmadas, el ser atrapado en el recuerdo de un día que anhela el
pasado que una vez fue, la imagen de tu cara y tu pelo rizado,
conformando la sutileza de las imágenes que crean los recuerdos.
Pasado
lejano, vuelve a mi como vuelven lo pájaros a cantar en los remotos
círculos del cielo.
Ignacio Pérez Jiménez.
2 comentarios:
Hace ya tiempo que no os visito, y este relato me ha gustado mucho . Siempre me gustan todos, pero es tan bonito el escrito como la ilustración. Felicidades!!!!
me ha gustado el relato. me gusta la prosa poetica con el que se describe y se habla del amor. me gusta leer relatos así.
Publicar un comentario