El whatsapp y la adicción al resto de las redes sociales nos hace ir ensimismados en los autobuses, en el metro, cruzando la calle... Si teníamos ya problemas de comunicación con la televisión, se multiplican con estas nuevas aplicaciones como facebook e instagram.
No hay día que no cojamos el metro y veamos a nuestros semejantes mirando su teléfono móvil. Como dice el título del blog pasamos más tiempo mirando el móvil que hablando o intercambiando palabras con nuestros amigos o familiares.
Esto empobrece nuestras relaciones, por ejemplo en el momento que quedamos con alguien, y no paramos de estar atentos al móvil.
Aparte de la desconfianza que provoca en las parejas.
Como dato objetivo, se hizo un estudio por parte de una de las cajas de seguro médico alemanas, la DAK, conjuntamente con la clínica universitaria de Hamburgo, que reflejó como consecuencias perniciosas: la falta de sueño, negación de la realidad y conflictos con los padres. (Información recogida del blog Made for minds, 01/03/2018, autor: Stephan Stickelmann).
María José, José María y Guillermo.
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