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| Fachada en la Plaza Calderón de la Barca. |
La visita a la Casa-Palacio de los Marqueses de la Algaba, el pasado jueves, levantaba expectación puesto que se trataba de un monumento por el que la historia había dejado su huella.
Este Palacio de arquitectura gótico-mudéjar se sitúa en el entorno de la Calle Feria de Sevilla y en el se encuentran actualmente dependencias de Asuntos Sociales y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Sevilla, además desde el pasado 11 de enero se ha abierto como museo, denominándose Centro del Mudéjar.
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| Patio central. |
Por lo que nos contó el guía, no es mucho lo que queda de este Palacio, pero el trabajo de restauración realizado en el junto con la protección y cuidado de lo que quedaba han dado como resultado un monumento de interés y la justificación de su visita.
Como hemos dicho anteriormente, el Palacio es de estilo Gótico-Mudéjar, construido entre el siglo XV y ampliado en el siglo XVI, y en sus mejores días tuvo una gran relevancia coincidente con el crecimiento de la ciudad y la importancia que adquirió Sevilla con las relaciones comerciales con América.
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| Vista desde la Galería superior. |
Su decadencia es paralela a la perdida de influencia paulatina de la ciudad de Sevilla pasando por diversos propietarios que no fueron capaces de mantener el Palacio en buenas condiciones que, tras pasar por graves periodos de olvido y abandono, fue expropiado por el ayuntamiento de Sevilla para utilizarlo como dependencias municipales en un primer momento y ahora se abre para el disfrute del público en general.
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| Único artesanado original que queda. |
La visita fue muy interesante, sobre todo por la gran explicación que nos dio el guía que nos acompañó, situando el palacio tanto temporalmente como espacialmente y resaltando el valor artístico ya que en el aún permanecen "joyas" del arte mudéjar (musulmanes en territorio cristiano que fueron convertidos a la religión católica).
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| Algunas piezas expuestas. |
La visita me ha encantado, además ese día nos acompañó una buena climatología, lo cual dio más valor a nuestro recorrido. Realmente parecía que estábamos de viaje en otra de nuestras bonitas ciudades andaluzas y no en pleno corazón de Sevilla. Creo que todos salimos muy satisfechos y contentos.
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| 2ª sala del museo. |
Desde aquí quiero recomendar a todos nuestros lectores que paséis por allí, que no os lo perdáis, y los que seáis de fuera abráis un hueco en vuestras agendas para no dejar de visitarla.
Antonio Manuel.
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