Mucho se esta hablando estos días por la intención del ministerio del interior de obligar a utilizar el caso cuando usamos la bicicleta en los desplazamientos por nuestras ciudades, ya esta norma es obligatoria para aquellos que salen por el campo y por carretera.
Ciertamente hay opiniones para todos los gustos, la tormenta pasara de una u otra forma. Si obligan a usarlo, seguramente muchas personas dejaran de utilizar asiduamente la bicicleta por el engorro que supone llevar un casco, pero si finalmente no lo obligan y se convierte en algo voluntario acabará imponiéndose en el 90% de los usuarios como algo cultural.
Sevilla no está ajena a este profundo debate. A muchos de los que nos gusta salir a pasear o ir al trabajo en bicicleta ya se nos ve con nuestro casco sin habérnoslo impuesto absolutamente nadie y cada vez el número es mayor. Estoy absolutamente convencido de que los que creemos en este modelo de movilidad ciudadana no dejaremos de usar nuestras bicicletas o la de los servicios de alquiler por la sencilla razón de que nos quieran imponer algo, lo seguiremos haciendo con y sin casco y terminaremos viéndolo como una medida más de seguridad.
Con obligación o no el uso de la bicicleta mola un montón.
Raluca.
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