La felicidad y la alegría siempre se relacionan pero no somos capaces de delimitar ambos conceptos entre ellos.
Por un lado tenemos la felicidad como un sentimiento pleno y permanente de estar a gusto con uno mismo, con lo que le rodea y con la actividad que desempeña. Por otro lado la alegría es una emoción que en ocasiones nos aparece como agradables sensaciones. Podemos deducir, por tanto, que la felicidad al 100% es una utopía y que la alegría si es posible disfrutarla en su más amplio significado.
Felicidad es una palabra que ni ella misma se entiende, se podría cambiar por satisfacción. En su versión como satisfacción podemos poner como ejemplo "la lluvia al caer sobre tu paraguas mientras camina por un sendero frondoso con un olor embriagador, que unido al sonido del correr de un riachuelo y los pájaros cantar harían sentir en ese momento no necesitar nada más porque el después ya se verá".
Móviles, tablets y demás productos electrónicos, bodas, consumo compulsivo materialista y esperar que te den lo que necesitas cuando lo que necesitas realmente está al alcance de tu mano. Hoy el Marketing y la publicidad trata de venderte estos productos como engañosos reclamos de felicidad.
La felicidad no es un estado perdurable sino momentos de plenitud por el bien realizado o encuentros inesperados... La felicidad transita en nubes pasajeras y es la alegría como la hija fiel que nos llena el corazón y nos hace sonreír de felicidad... tal vez...
Julián, Galván y Jorge.
1 comentario:
La felicidad no está al final del camino, sino que se disfruta mientras se camina. Estoy de acuerdo con el artículo en que las cosas materiales no dan la felicidad, sino el contacto y el intercambio de cultura y opiniones con otras personas, lo que nos hace ser mejor personas y disfrutar mas.
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