A fin de cuentas,
da lo mismo saber
si lo que veo
es en realidad
lo que veo.
En las aguas de superficie
la relación espuria de luz y día
acaba siempre refractándome
su quebranto en la mirada.
En las aguas de superficie
los pasos desordenados
acaban siempre salpicándome
sus tercas gotas de insatisfacción.
En las aguas de superficie
la cháchara baldía de los preclaros
acaba siempre sonándome
a lúgubre nana para un insomne.
Con la apnea sanadora,
en inmersión libre,
envuelto en mi nueva piel,
descenderé…
hasta la profundidad,
hasta la claridad,
hasta la verdad...
El soplo inesperado
del verso en su voz
aliviará en mis ojos
el rojo de la sal.
Yaciente en la arena
virgen de tormentas
cerraré mis párpados
a la obsolescencia programada
del destello de la luciérnaga.
Joaquín José Fernández Domínguez
Poeta y amigo de este blog.
la relación espuria de luz y día
acaba siempre refractándome
su quebranto en la mirada.
En las aguas de superficie
los pasos desordenados
acaban siempre salpicándome
sus tercas gotas de insatisfacción.
En las aguas de superficie
la cháchara baldía de los preclaros
acaba siempre sonándome
a lúgubre nana para un insomne.
Con la apnea sanadora,
en inmersión libre,
envuelto en mi nueva piel,
descenderé…
hasta la profundidad,
hasta la claridad,
hasta la verdad...
El soplo inesperado
del verso en su voz
aliviará en mis ojos
el rojo de la sal.
Yaciente en la arena
virgen de tormentas
cerraré mis párpados
a la obsolescencia programada
del destello de la luciérnaga.
Joaquín José Fernández Domínguez
Poeta y amigo de este blog.
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