Hay una gran movilización internacional para presionar al gobierno de Arabia Saudí con la intención de parar las ejecuciones de siete jóvenes por unos delitos que presuntamente cometieron siendo menores de edad.
Parece ser que esta condena esta llena de irregularidades, además de asegurar que los siete jóvenes fueron torturados, el juicio duró solo tres horas y no contaron con ninguna asistencia y/o asesoramiento legal.
Por lo visto se les acusa de haber cometido unos atracos a joyerías de una ciudad al Sur de ese país entre los años 2005 y 2009, cuando aún eran menores de edad. Fueron sentenciados a muerte y esta pena se lleva a cabo con la decapitación por espada. Además el cabecilla del grupo fue condenado a ser crucificado, reservado para los crímenes más odiosos.
Amnistía Internacional en España ha hecho un llamamiento al rey Juan Carlos para que interceda y no se lleven a cabo las ejecuciones. También se solicita que se juzguen de nuevo y con las garantías legales mínimas.
La pena de muerte en algunos países como en Arabia Saudí en forma de decapitación o también la crucifixión siguen siendo una realidad en estos tiempos modernos y desde está página queremos decir que es totalmente reprobable y rechazable estas condenas sin garantías juridicas de ningún tipo.
Desde Occidente estas formas de condena son inasumibles moralmente y jurídicamente. Los hechos ocurridos en este país son muestra de una sociedad medieval y nos reflejan el excesivo contraste entre petrodolares y lujo y su ordenamiento jurídico.
Estas medidas de castigo son muy exageradas sobre todo por la indefención legal. Un gobierno que amenaza y castiga con una mano tan dura, sin clemencia, quizás busque el escarmiento y el ejemplo hacia los demás, pero desde aquí pensamos que llegar a estos extremos no es necesario, y más cuando parece ser que no hay delitos de sangre.
Si estos países quieren acercarse al mundo occidental sinceramente tienen que cambiar muchas cosas y no solamente les vale venir a comprar absolutamente todo a nuestro continente.
Alberto y Antonio Manuel.
1 comentario:
Nos llamamos animales racionales cuando somos los seres mas crueles y violentos. Estamos tan arriba de la cadena alimenticia que "nos comemos los unos a los otros". ¿Tan difícil es respetarnos los unos a los otros? ¿Tan difícil resulta vivir en un mundo civilizado? ¿Tan difícil resulta creer en la igualdad y justicia entre las personas? ¿Tan difícil resulta tratar bien y proteger a los mas desfavorecidos? Hay que luchar contra injusticias como las que comentáis en el artículo y hacerse socio de Amnistía internacional puede ser una de ellas.
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