La dureza con la que una jueza de Moscú ha castigado el viernes a tres integrantes del grupo Pussy Riot —dos años de cárcel por un breve espectáculo irreverente en la catedral de Cristo Redentor— muestra que la corriente de intolerancia y nacionalismo está en alza en Rusia. Para los sectores liberales que se han solidarizado con María Aliójina, Yekaterina Samutsévich y Nadia Tolokónnikova, la sentencia de prisión por “gamberrismo” impuesta a todas ellas revela una alianza entre las autoridades políticas y los sectores conservadores que se aglutinan en torno a la Iglesia Ortodoxa. Rusia es formalmente un Estado laico, pero la Ortodoxia se ve a sí misma —y es vista también desde el Kremlin— como uno de los pilares que sustentan la integridad nacional.
¿Os suena de algo?. Hace unos meses, aquí en España, se juzgaba al cantautor Javier Krahe, por la difusión de un cortometraje, rodado de forma casera hace algo más de 20 años, en el cual se explicaba paso a paso una receta para cocinar un crucifijo.
Ni que decir tiene que la corriente conservadora y la Iglesia española están pasando por uno de sus mejores momentos, todo ello debido a que en este país los ciudadanos le han dado vía libre, mayoría absoluta al gobierno de Rajoy, con una clara tendencia a la ultraderecha (véanse, léanse o escúchense todas las declaraciones de personajes políticos como los ministros Montoro, Ruíz Gallardón, Soria, Saenz de Santamaria, o la presidenta de Castilla La Mancha Dolores de Cospedal.
Soy una persona que me gusta estar informado, y para ello durante el día me gusta escuchar la radio y ver los "Partes informativos" de televisión, como me decía mi abuelo. Pues bien, no hay día en que no me piten los oídos y me chirríen tantas declaraciones que parecen provenir de ultratumba, como si a este país regresaran tiempos pasados que creíamos realmente olvidados. Pero no, realmente está pasando y esto no es bueno, nada bueno. Y los ciudadanos cabales de este país seguimos en nuestras casas... y algunos en la playa, de vacaciones. Pues que lo disfrutéis.
Martín.
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