martes, 7 de febrero de 2012

UNA COLA REVELADORA



Descubrir un Ictiosauro (reptil marino de finales del Jurásico) en el archipiélago de las Sualbard no fue una sorpresa para el paleontólogo Jorn Murum; en aquellas islas noruegas abundan los fósiles. Sin embargo, sacar a la luz indicios de una lucha entre monstruos marinos en algo más inusual. "Pocas veces hallamos evidencias sobre la causa de la muerte de un animal, pero he aquí una excepción" . Dice Murum, cuya investigación fue financiada en parte por la Sociedad.

El fósil de 147 millones de años de antigüedad, perteneciente a una especie aún por describir, fue trasladado a un museo de Oslo. Allí Murum observó que al animal le faltaba el extremo de la cola. Al localizar una vertebra aplastada, supo que su corazonada podía ser cierta . Al parecer , un depredador más grande probablemente Pleosaurio había abordado al Ictiosauro por detrás y lo había atacado. El animal parece haber recibido un mordisco en la cadera y otro que le seccionó la cola.

Se necesita una investigación más profunda para confirmar esta hipótesis, pero la mutilación de la cola pudo reducir la capacidad natatoria del ictiosauro, provocando que se hundiera hasta morir. Después quedó sepultado por sedimentos en ese fondo del mar, manteniéndose en unas condiciones excelentes para su conservación y posterior descubrimiento.

Miguel Ángel Barragán Andrés.
Texto extraído del National Geographic.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De vez en cuando una cita con estas "curiosidades" dan otro aire al blog. Gracias Miguel Angel por traer viento fresco a estas páginas.