Despierto, un lunes festivo, algo mas tarde de lo habitual. Desayunamos en familia viendo en televisión la cadena "clan", por eso de la dictadura de los pequeños. Todo transcurre normal hasta que a eso de la 13 horas coincido en la radio con un informativo que destaca como primera noticia la muerte de Bin Laden a manos de unos comandos, como no, americanos.
En un principio no salgo de mi asombro. Enciendo de nuevo la televisión y me encamino indiscutible hacia la cadana 24h, donde en ese momento retransmiten la rueda de prensa de nuestro ministro del interior Alfredo Perez Rubalcaba. JODER!!! A QUE VA SER VERDAD. Es verdad.
A mi mente solo me vienen hechos violentos. Por un lado, aquel fatídico 11 de septiembre en Nueva York y los demás atentados por el resto del mundo en nombre de la religión, me acuerdo de la mañana del 11 de marzo en Madrid y de como lo vivimos pegados a la radio en la Unidad si saber quien y por que se provocaba tal masacre; y por otro lado las "inevitables" guerras en Iran y Afganistan, y como no el tremendo dolor de una "guerra" interminable en el próximo oriente entre palestino e israelies. Seguro que entremezclo causas distintas pero con una única consecuencia: el provocar dolor y muerte, tantos de muchos culpables, como de muchos más inocentes.
Desde aquí, solo queremos lanzar un mensaje de Paz y el deseo que de una vez por todas se den cuentan, que nos demos cuenta que la violencia no nos conduce a nada.
QUEREMOS UN
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