Estamos en casos graves de salud, la falta de vacunas para nuestros niños y mayores. Yo soy madre de un niño de siete años y la vacuna de los seis años, "que era obligatoria", no se le ha podido poner, la respuesta de los centros de salud es simplemente "no hay". Pienso que en un país como este no puede ni debe permitirse jugar con la salud de niños y mayores.
En este artículo queremos denunciar la insuficiencia de vacunas en el sistema sanitario español. No conozco muy bien las razones y de entre ellas imagino que las ideológicas serán dispares como ha ocurrido con otros servicios básicos. Pero en mi opinión no hay debate, la administración no puede incluir ideologías en temas como la sanidad, educación o servicios sociales para justificar recortes o ineficacia. Las garantías básicas de una vida digna son sagradas.
El hecho que no haya vacunas por su bajo precio, no es óbice para semejante rebelión. Las vacunas son relativamente fáciles de hacer, y las farmacéuticas olvidan que son algo más que la venta de productos para sacar beneficios. No pueden mercadear con la salud de la gente, simplemente, porque la creación de vacunas sea un trámite administrativo y lleva poco gasto, lo que da poco beneficio.
El Estado debería multar a las farmacéuticas por ello, hasta devolverlas a posiciones que sean más sensatas para todos; no puede ni debe ceder en este terreno, tan vital, para la salud pública; puede producir epidemias con muertos, por falta de una cosa tan simple como la vacuna; es más, como mínimo habría que pedir medicamentos a las farmacéuticas para curarlos, volviendo a la posición original de que unas enfermedades, algunas anodinas necesitan medicamentos que no son caros y otros sí lo son, volviendo a la posición original de ¿qué hacer entonces?.
Laura, José María y Ignacio Soto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario