Leyendo una entrevista en el diario Público con Emilio LLedó, en la que se plasmaban diversas declaraciones suyas, me quedé con lo que para mi fue un exhortación a la consideración como esencial de la docencia en Humanidades.
Parece obvio, pero hace poco estuve en una cafetería y escuchando a los parroquianos que iban y venían, me encontré con una conversación que ilustra la opinión del Profesor y, sobre todo, confirma que la persona de letras está al servicio de la realidad con su observación crítica, entre otras cosas. La literatura, el arte, la filosofía, la historia, etc... no existen sólo por su carga estética.
En el bar, la opinión trataba sobre que debería exclusivamente estar permitido estudiar materias que repercutan sólo en un incremento monetario, tangible y cuantitativo de la riqueza del país.
Así, con expresiones despectivas se despreciaban los estudios de Humanidades con el argumento que éstas no se traducen en euros o dólares.
No hace falta que se analice con sentido crítico esta opinión para desmentirla, ya que el sentido común nos obliga a entender el disparate, pero un vistazo al mundo nos hace tomarlo muy en serio y comprender la gravedad que representa, debido a que sabemos que la profundidad de la crisis humana, y no sólo económica, que existe y su proyección, lo digo sin la más ínfima ironía o sarcasmo, no se solucionará produciendo más y consumiendo más.
José María.
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