En España y en Europa parece que estamos en una urna de cristal en la que nos sentimos protegidos de influencias externas. En la política europea hay mucha soberbia y una obsesión con la creación de una Europa de "ensueño" blindada por ser países poderosos y cuanto más problemas tenemos recurrimos a la xenofobia (racismo). No queremos que nos ensucien nuestra casa, que los pies sucios pasen del zaguán. Hemos trabajado demasiado los números (economía) pero nuestras conciencias siguen igual de paralizadas e inamovibles.
Es triste comprobar que existe gente que lo está pasando mal por la guerras. Ante este problema global, España no está haciendo todo lo que debiera. No debemos olvidar que hace ochenta años tuvimos un confrontación bélica (guerra civil), y en aquel entonces los refugiados eran nuestros abuelos. Cerrarles las fronteras es casi como condenarlos a una muerte.
Opinamos que España debería de aceptar a los refugiados que han sido pactados con la Unión Europea ya que son personas que en estos momentos necesitan de la solidaridad mundial y no hay que negarle ese derecho por encima de nada.
Lorenzo, Cejo y Rafael.
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