viernes, 13 de marzo de 2015

HUMANIZAR LA ECONOMÍA.

A la vista de lo que ha pasado estos últimos años, y hablamos del final de la legislatura del expresidente socialista Zapatero y del actual presidente de la derecha Rajoy, este país necesita no solo una regeneración democrática  de los partidos politicos sino también un repaso reformista por nuestra Carta Magna la que garantiza nuestra democracia y la garante de un estado de derecho que en cuarenta años se ha quedado obsoleto.

A varias generaciones nos han vendido las muchas bondades de nuestra Constitución, seguramente para mantener un "statu quo" heredado de cuarenta años de dictadura, y que para convencernos de estas bondades nos permitieron ciertas "migajas" de baja intensidad: educación pública (arma arrojadiza), salud pública (otra arma arrojadiza) y la dependencia (más arma arrojadiza). Cuarenta años años después de la caída del régimen dictatorial nos encontramos en un cruce de caminos con muchos dilemas. 

El neoliberalismo aberrante y descocado ha ganado un terreno fronterizo que permitía, hasta cierto punto, vanagloriarnos de tener cierto Estado de Bienestar, pero como diría otro, "la pela es la pela" y el imperio de la economía nos arrebata a mano armada aquellas basas que permitían a las clases medias no distanciarse mucho de las clases altas, y trata de imponer un sistema basado fundamentalmente en las desigualdades entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda donde se da la paradoja de que el 1% de la población mundial acumula mayor riqueza que el restante 99%.

Urge, pues, un "levantamiento" (no tiene que ser violento) de la ciudadanía que permita corregir estos desfases y que tan importante se presenta en este año tan electoral en nuestro país; urge, pues, que la ciudadanía se conciencie de lo que nos jugamos en las urnas y exprese claramente con su voto la necesidad de expulsar de las instituciones que nos representan (Parlamento, Senado, Ayuntamientos,...) a aquellos que impiden claramente la humanización de la economía.

luqca.

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