Mi
piel está vacía de tus besos. Tu
cuerpo envuelto de vacío ya no es visible desde ningún rincón. Estos ojos y estos labios lloran tu ausencia pronunciando tu nombre con lágrimas que van brotando como cristales en mi corazón.
Busco
tu imagen perdida en la lejanía. Apenas intuyo tu silueta recortada por la aridez de este desierto impregnado de soledad, donde ya
no crece nada. Allí donde también crecían tus besos, busco en
los recovecos del silencio algún recuerdo guardado en alguna fuente
o en algún parque, donde aún sigan viviendo.
Ya
no te encuentro en mis sueños. Te siento en las piezas inconexas que en
algún momento formaban tu imagen, fragmentos rotos y polvorientos
guardados en algún lugar de mi mente, llenándola de una nostalgia
fría, que alguna vez cruzó viejos mares.
Ignacio Pérez Jiménez.
1 comentario:
Felicidades Ignacio tu poesía destila sensualidad y sensibilidad en cada una de sus estrofas. MUY BONITA. ENHORABUENA!!!!
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