La sierra de Aracena es uno de los lugares más privilegiados de la comunidad andaluza, puesto que conserva una belleza natural prácticamente inalterada por el paso del tiempo. Esta zona sigue conservando aquellos paisajes frondosos dignos de los más bellos cuadros naturalistas.
Arboledas formadas por chopos, castaños y alcornoques que pintan el paisaje con tonos verdosos nacidos de las hojas que dan vida a sus ramas. Una arquitectura forestal poseedora de las columnas más bellas jamás diseñadas, surgidas de la tierra para trasportar la vida hacia el exterior. Y techos que se renuevan cada año, y que provocan la envidia de los más bellos frescos plasmados en las catedrales.
Los caminos y senderos que se dibujan en su geografía sirven de guía para aquellos que disfrutan del senderismo como actividad deportiva. Privilegiados caminantes que pueden observar a su paso las más maravillosas vistas de Huelva. Si tienen suerte pueden encontrarse con algún animal que se deja ver y corre a esconderse para permitir que continúe el paso del caminante que hace su camino al andar.
La ruta de Galaroza ofrece una experiencia en la que se unen en armonía la naturaleza y el senderista. Una vivencia que llena de belleza el interior del que abre sus ojos ante su paisaje y llena de salud a aquél que respira el aire más puro de la sierra de Aracena.
Este texto está extraído de un artículo de la revista " El Giraldillo", pero casualmente esta ruta la he realizado yo personalmente un tramo a pie y otro a caballo y debo decir que es una experiencia increíble con los colores y los olores del otoño salpicando todo el recorrido.
Debo decir que parece que estás en el norte de España, con esa vegetación tan frondosa y virgen. Esos caminos en los que sólo se ven turistas haciendo el recorrido. En definitiva os recomiendo la visita.
j3eles
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