Desde hace ya algún tiempo, vengo dándoles vueltas a la cabeza al tema de como moverme por la ciudad, a como trasladarme de un sitio a otro de una manera económica y ademas saludable para mi cuerpo y por ende "men sana in corpore sano".
La culpa de plantearme todo esto no es más que la crisis. Me han reducido el sueldo y los precios de los productos de primera necesidad no bajan por tanto tengo que plantearme adaptar mi pequeña economía a las circunstancias actuales. El coche es una de las primeras cosas que he empezado a dejar aparcado. 
Durante un año me aboné al servicio de bicicletas de la empresa Sevici, para aprovechar el alto numero de kilómetros de carril bici que Sevilla ofrece a los amantes de este transporte, un verdadero año de suplicio ya que al menos el 85 % de las bicicletas que pude ¿usar? estaban en muy malas condiciones. Con estas circunstancias al año siguiente ni me plantee la renovación.
El segundo año mi empeño estuvo en ir andando a todas partes, cosa que he estado haciendo hasta la fecha. Pero no hace mucho he vuelto a la bicicleta, pero esta vez de mi propiedad. La elección ha sido escoger una buena bicicleta de segundamano, una de marca holandesa (ese país que parece que se mueve al ritmo ágil de las bicis) muy cómoda de conducción, con las de tipo de montaña me mataba la espalda, y con ella estoy disfrutando de la ciudad, por los distintos carriles disfruto las grandes avenidas, los barrios, el río Guadalquivir... ¡¡toda una gozada!!
En definitiva, al final de mes puedo observar el dinero que me voy ahorrando al no tener que repostar tantas veces el coche y por no utilizar el autobús, y noto día a día como voy ganando en fondo físico. Al menos la crisis me está ayudando en algo.
Luqca.
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