Todos en nuestro país, y no se si también en todo el mundo, ha podido ver las imágenes de una serie de miembros y simpatizantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), "asaltando" dos supermercados, uno en Ecija (Sevilla) y otro en Arcos de la Frontera (Cádiz), y todo ello con el propósito de repartir los alimentos en varias ONG´s que a su vez reparten dichos alimentos entre las familias de parados y trabajadores que lo están pasando francamente mal.
Si ya de por si, en las formas, esta acción es muy censurable, todo lo que se esta hablando y diciendo en los medios de comunicación (televisión, radio y prensa escrita), es más lamentable todavía. Los debates y discusiones, artículos, opiniones, etc. solo centran la atención en la persona del Alcalde de Marinaleda y parlamentario andaluz, Sanchez Gordillo, criticando su figura, sus formas y maneras de llamar la atención.
En mi opinión, detrás de toda esa palabrería se oculta la verdadera discusión y el verdadero problema que, a corto plazo, va a devorar a la mayoría de las clases sociales de este país (excepto a la clase más pudiente, claro está): el empobrecimiento social, económico y educativo de las personas.
El Defensor del Pueblo Andaluz, Chamizo, de otra manera, viene llamando la atención advirtiendo a los políticos y, en concreto, al gobierno actual, que las medidas económicas que se están tomando vienen a provocar el más que presumible aumento de la violencia.
Muchos de nosotros, los que ya tenemos algo de edad, vemos la sombra alargada de lo que primero nuestros abuelos y luego nuestros padres no contaban de los periodos de posguerra y los cuarenta años posteriores. Años de penurias, de escasez, donde el pan era un articulo de lujo, donde la gente se tiraba de cabeza al estraperlo para poder subsistir, al intercambio o trueque de las cosas que cada uno tenía.
Años durisimos que ya "habíamos olvidados", y que lamentablemente si continuamos profundizando en las medidas que se están tomando por estos mediocres políticos y tecnocratas, parecen que volverán.
El empobrecimiento de las clases trabajadoras terminará provocando el colapso de las instituciones económicas y financieras del país por el, más que previsible, aumento de los impagos de hipotecas y prestamos, así como de la imposibilidad de poder comprar y consumir.
Realmente el futuro es muy incierto y lo que verdaderamente importa es provocar un cambio de mentalidad de los ciudadanos que creen que cuando pase la crisis volveremos al punto en el que lo dejamos. Nada más lejos de la realidad, nada será igual porque el capitalismo más feroz habrá devorado el Estado del Bienestar que, con mucho esfuerzo, habíamos comenzado a edificar en este país.
"Vivir para trabajar o trabajar para vivir". That´s the question.
Rafa.
3 comentarios:
Gran entrada, no cambiaría ni una coma. Gracias por escribirla, y ánimo a los compañeros de este blog, lo estáis haciendo genial!!
Un abrazo.
Gracias Paula por tu comentario. Para nosotros es un Honor que nos apoye y nos des animo. Aquí en la unidad siempre esperamos con algo de "ansia" los escritos de tu blog. Por cierto el ultimo que te hemos leído ha sido genial. Tu juego de palabras con el verbo brotar es simplemente maravillosos.
Saludos de todos los que desde nuestro modesto blog te seguimos.
Hola, me ha encantado tu articulo es francamente bueno. Yo soy una chica muy apegada a mis abuelos que se ha empapado sobre todo lo que han tenido que pasar, y mi abuela se alegraba cada día de que a nosotros no,nos faltaba de nada, que pudiéramos estudiar, que fuéramos niños hasta que edad lo dijera, no como ella que desde antes de los 14 estaba trabajando y sus hermanos la esperaban en la calle haber si traía un mendrugo de pan duro. Y ahora, sus ojos se llenan de lagrimas al pensar que el hambre vuelve y con más fuerza porque no hay trabajo y que sus hijos y nietos pasen lo que ellos pasaron...
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