Soledad
altiva y postrera, horizonte sin bandera. Soledad de sueños
flotantes, espejismo en azul siempre mar y blanco trashumante cielo.
Soledad del que nada vigila porque nada hay ya que vigilar. Soledad
sin prisa de siglos, infiltrada de tiempos sin historia, huérfana de
historias sin tiempo. Soledad de la tierra, murmullo y pesar del alma
trabada al alcor, jara y pinar. Soledad habitando aún en mi
distancia tu mirada. Soledad de torre almenara.
Joaquín
José Fernández Domínguez. Poeta, amigo y seguidor de nuestro blog.
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