Muchos de vosotros sabéis que en nuestra unidad contamos con una cocina equipada para el aprendizaje de la habilidades para cocinar. No es que nos vayamos o queramos convertir en grandes Chef, que incluso podríamos llegar a ser, pero el objetivo de este programa es ayudarnos a ser más autónomos en esta parcela personal, algunos aprendemos desde cero y otros vienen a recuperar ciertas habilidades perdidas y/u olvidadas.
Desde que estoy en este programa de cocina me encuentro más motivada para llevar esta tarea en casa. Anteriormente llevaba esta actividad de forma normal, pero desde que tengo lo que tengo lo había abandonado un poco y ahora me ha devuelto la motivación y me encanta cocinar. En el programa me llevo muy bien con los compañeros y ayudo a muchos de ellos cuando no saben algo. Lo mejor es cuando antes de marcharnos todos probamos la comida y sentimos que hemos realizado un buen trabajo.
Realmente es una actividad muy importante que muchas veces no hemos sido capaces de valorar. En este caso, es un programa que nos ayuda a desenvolvernos en un espacio que habíamos dejado a nuestras madres. Resulta fascinante elaborar muchas recetas cotidianas que luego somos capaces de ponerlas en prácticas en casa, sobre todo con la familia y esporádicamente con algunos amigos que le echan valor y son capaces de probarlas.
Remedios y Fernando.
4 comentarios:
En mi casa es mi madre la que tiene la sarten por el mango, nunca mejor dicho.
En mi casa es mi madre la que tiene la sarten por el mango, nunca mejor dicho.
Aquí hacemos lo mismo. Es una actividad, como decís, muy valiosa. ¡A seguir con ella!
Yo estuve poco tiempo pero descubrí una faceta perdida en mi: la de Cocinillas :)
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