Tras el secuestro y asesinato de tres estudiantes israelíes que hacían autoestop, en un acto claramente terrorista, el gobierno de Israel se lanzó a una venganza desproporcionada en la que han fallecido por parte palestina algo más de dos mil doscientas personas, la gran mayoría de ellos mujeres y niños y ha devastado y destruido la mayor parte de la franja de Gaza, contando escuelas, hospitales, servicios eléctricos, y un sin fin de viviendas.
La comunidad internacional ha asistido atónita a lo que ocurría allí, de todos es sabido que Europa tiene muy poco poder de presión sobre el estado judío y que Obama ha tratado el tema con demasiada ambigüedad y casi con una gran indiferencia, seguramente por el elevado poder que mantiene el lobby judío en su propia casa.
Por fin, se ha llegado a firmar una paz, que no sabemos cuanto durará, lo que si es que, por ahora, se detiene la matanza sistemática en esa parte del mundo. La culpabilidad está seguramente en los extremistas, tanto de un bando como del otro, y la solución de este conflicto irá en función de atajar a estos grupos.
Llega la hora de la reconstrucción física de Gaza, la psicológica tardará mucho tiempo en tener efectos positivos. El dialogo va a ser esencial para mantener la paz y que esta sea duradera, evitando la ocupación de territorios por los israelíes y sobre todo erradicando el terrorismo y protagonismo de Hamas. 
El rencor entre palestinos y judíos no ha cesado en mucho tiempo, la solución realmente es difícil y la porción que a cada uno le corresponde ceder será importante para que el acuerdo firmado llegue a buen puerto. Nos tememos que esto va para largo, y si las partes no quieren, este conflicto no acabará nunca.
Lorenzo y Enrique.
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