NUEVAS FUENTES DE ENERGÍA.
En un escena de la pelicula Regreso al Futuro, Doc, el cientifico inventor, protagonista de la película, alimenta su bólido, De Lorean, con el contenido de un cubo de basura y con la lata de refresco que se está bebiendo, tras lo cual el vehículo arranca y alcanza una velocidad supersónica.
En la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Aeronáutica de Terrasa, el estudiante Aleix Llovel y su profesor Xavier Salueñe, han hecho algo parecido en su Proyecto Aluminio. Aunque el vehículo que han diseñado, un coche de radiocontrol, ni es un bólido ni alcanza velocidades de vértigo (su velocidad punta es de 30 kms por hora) si funciona con un combustible parecido: anillas de alumnio de latas de refresco o cualquier residuo de este metal. En el depósito, el alumnio entra en contacto con sosa caustica disuelta en agua y reacciona liberando hidrógeno, alimento de la pila que producirá la energía necesaria para mover el coche.
Antes, el hidrógeno pasa por un filtro de vinagre donde se suprimen los restos de unos compuestos químicos denóminados hidróxidos, y también, gracias a unos filtros de bolas de sílice se elimina la humedad. Con los hidróxidos eliminados se puede fabricar de nuevo aluminio. El único residuo resultante es agua y cloruro sódico (sal común), y además no genera CO2. Es decir, que el sistema es 100% limpio, dice Llovel.
Miguel Ängel Barragan Andrés.
Texto extraido de la Revista National Geographic.
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