LA FAMILIA

La familia tiene un papel fundamental en nuestras vidas desde que nacemos, ellos nos deben de aportar los cimientos sólidos desde la infancia para crecer sin tambalearnos.

Un niño necesita sentirse querido , respetado, protegido, valorado, premiado y regañado , necesita unos límites básicos, consejos y apoyo a lo largo de su vida, necesita tener recompensas cuando tiene un logro personal, necesita ser escuchado y alentado para que nos cuenten sus miedos, inseguridades, preocupaciones que adquieren en su entorno escolar y de juegos.

En gran medida los tipos de trastornos , depresiones, complejos, baja estima, el abandono de los estudios, la falta de interés en metas, la dependencia de la pareja aunque nos maltraten, la exigencia de amor en ella y el valor de un poco de atención entre golpe y golpe, es porque los pilares básicos del ser humano no han sido sólidos ni estructurales, la persona no ha adquirido las habilidades necesarias para desarrollarse frente a los problemas y dificultades que tendrán a lo largo de sus días.

Hoy día ambos padres trabajan, tienen sus propios problemas, frustraciones personales y laborales, por convivencia y en pareja, aunque creamos que con el amor es todo, los niños y adolecentes nos necesitan de verdad, a medida que van creciendo nos necesitan más cuando caen , que cuando están en el camino. La confianza y el apoyo se debe dar y ganar desde la más tierna infancia para recoger los frutos y seguir cosechando en la adolescencia y a lo largo de la vida pues hasta los adultos necesitamos a nuestros padres bien para las alegrías o tristezas.

Todas las personas que nos rodean , marcan nuestras vidas en un sentido u otro , tenemos que aprender a desenvolvernos con ellas , ello es parte de nuestra vida y nuestros padres y familiares nos deben de enseñar y apoyarnos en este asunto.
Los niños son más frágiles de lo que pensamos, sobre todo en época de colegios puesto que a esas edades los niños son muy crueles los unos con los otros, en la mayoría de los casos que un niño no quiere ir a clase es porque no está a gusto en ese entorno, y en los peores de los casos ir a clase puede ser un pesadilla donde el niño puede desarrollar algún trastorno o una patología que dará la causa en su edad adulta. Yo personalmente puedo decir que tener como meta fingir estar enfermos en repetidas ocasiones acarrea una patología que es difícil de tratar en la edad adulta ya que lo podemos incluir en parte de nuestra conducta como algo normal en diversas circunstancias que se nos presenten , huyendo de forma natural tanto de compromisos que queramos eludir, como en las relaciones de parejas , laborales, amistades .

Danae.