viernes, 20 de mayo de 2016

EL TORO DE LA VEGA.

Creo que no todas las opiniones son respetables. Quizá lo aprendí. También me enseñaron que la mayoría puede estar equivocada. ¿Quién es mayoría? ¿Los que matan después de torturar al animal o los que defienden al ser vivo, con cerebro, con sistema nervioso, que siente el dolor y al que también le duele el miedo e incluso llora?.

Que un animal no tenga consciencia de cuestiones metafísicas no da derecho a mucha gente a realizar una "fiesta" en la que se hace daño de forma sádica a muchísimos animales por todo el país. Me importa un pimiento si es fiesta nacional, si estar en contra simboliza que España se desintegra o que sea un signo anti-patriota. Estas cuestiones culturales son humanas y no deberían reivindicarse maltratando animales, hay otras maneras, incluso razones y comportamientos que desprenden rabia y odio similares pero no sadismo.

El momento evolutivo en que nos convertimos en humanos fue cuando nos atribuimos el lenguaje, la cultura. De esta manera no se abandona a un anciano, se cuida a un enfermo, se respeta la muerte y se entierra al fallecido, se usan animales para alimentarnos, para cultivar las tierras, para trasladarnos, para que nos hagan compañía. Así empezó el trato evolutivo más elevado con la parte de nuestra vida que he usado como ejemplo. ¿Qué tiene que ver esta deuda que tenemos con los animales con el maltrato y la tortura como festejo? Así alguna gente les paga lo que (los animales) han hecho por nosotros, no sé que harían si algún día los necesitásemos de nuevo como lo hacían nuestros antepasados más atávicos. Como decía aquel, Tordesillas ha pasado de la casilla del Paleolítico a la casilla del Neolítico, enhorabuena.

José María.

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