Aminetou,
como todos, sabe lo que es el miedo. Pero para
ella el miedo no es una pesadilla que surge por las noches,
ni un repentino e irracional temor que aparece cuando unos pasos se
acercan y desaparece cuando se alejan. Aminetou no necesita
imaginarse algo o a alguien para tener miedo. El miedo de
Aminetou lleva mucho tiempo presente y ha dejado cicatrices visibles
en su cuerpo. Ahora, sin embargo, su miedo proviene de otra parte.
El
pasado 5 de junio, el líder del grupo islamista mauritano ‘Amigos
del Profeta’ publicó en Facebook una fatwa en la que
amenazaba a Aminetou
Mint el Moctar y
declaraba que ‘aquel que la mate o le saque los ojos será
recompensado por Alá’. No era una amenaza En el mensaje también
estaban incluidos su dirección, email, número de teléfono y
matrícula de coche.
El
origen de esta amenaza está en una entrevista en la que Aminetou
reclamaba un juicio justo para
Cheikh Ould Mkheitir, un joven acusado de apostasía y encarcelado,
para el que va a ser difícil conseguir un abogado defensor, también
por el miedo a lo que le pueda ocurrir a quien le ayude.
Aminetou
lleva toda la vida apoyando causas como esta. Empezó
su activismo a los 11 años y
poco a poco su lucha fue variando desde una perspectiva más
política, hacia la defensa de los derechos humanos, especialmente
los de las mujeres mauritanas. Como
a la mayoría de ellas a Aminetou la casaron muy joven, con solo 14
años,
y fue madre poco después. No obstante, y pese a ser rechazada por su
familia, logró divorciarse.
Hoy,
la organización que creó y preside, la Asociación de Mujeres Jefas
de Familia (AFCF), trata
de impedir que se siga celebrando este tipo de matrimonios precoces,
aunque, como ella misma reconoce, es una lucha muy complicada.
Igualmente, la AFCF tiene programas que combaten
la discriminación de las mujeres en los ámbitos sanitario,
educativo, político y económico.
Entre sus objetivos está lograr empoderar a las mujeres para
que participen en los procesos de toma de decisiones. En este
sentido, uno de sus principales logros es la implantación de cuotas
de participación de mujeres en el parlamento y en los órganos de
cada distrito, que han permitido que hasta un 16% de la
representación sea de mujeres.
Aminetou
es también una
de las principales activistas defensoras de la comunidad negra en
Mauritania, pese a pertenecer a la mayoría árabe.
En 1989 lideró varías manifestaciones en protesta contra las
masacres y deportaciones de la población Kewri, y, hoy en día,
sigue luchando para que se reconozcan sus derechos.
El
activismo de Aminetou le ha llevado varias veces a la cárcel y a ser
torturada y amenazada.
Lleva mucho tiempo en la diana y las acusaciones contra ella han
llegado a extremos absurdos, como cuando la tildaron de racista en
contra de los blancos. Ahora, una organización islamista pide su
muerte. Ahora, una
acción en Change.org trata de salvar su vida exigiendo a las
autoridades de Mauritania que la protejan de la barbarie.
Y todos deberíamos animarnos a firmarla.
La redacción del blog.
Extraido de 20 Minutos.
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