martes, 7 de enero de 2014

SALVAR LA ENFERMEDAD DESDE LA CREACIÓN ARTISTICA.



Trampas, crueldades del destino o mal azar... Destinos poco amables convertidos en arte: de eso trata la obra de artistas como Goya (1746-1828) y Goñi (1911-1991) que comparten escena, pese a los dos siglos que se llevan, en la Real Academia de San Fernando.

Dos genios singulares, separados por el tiempo, unidos por la sordera, y juntos en un mismo espacio creativo. Se puede ver, señala el comisario de la muestra Juan Carlos Sánchez Almazán, «pese a lo osado del intento, cómo se establece un diálogo entre ambos artistas».

Lorenzo Goñi, que empezó a sufrir los primeros síntomas a los cinco años y se quedó sordo a los 14, lleva a su obra un mundo creado por el aislamiento de su sordera. A Goya, en cambio, la sordera le sorprendió siendo ya alguien de éxito. «Goñi quería pasar inadvertido y pintaba los mundos en los que vivía para abstraerse, mientras que Goya, muy activo socialmente y un hombre muy vital, jamás superó el trauma. Se volvió muy desconfiado, algo habitual al perder el oído, pues no sabía qué se decía y ocurría a su alrededor» explica el comisario. Parte de los Desastres y las Pinturas Negras las pintó Goya estando sordo: «y son sus obras más extrañas» señala el comisario.

Algunos grandes artistas y su dolor.

Ludwig van Beethoven. A los ocho años Beethoven (Bonn, 1770-Viena, 1827) actuó por primera vez y a los 25 era ya un músico valorado sobre todo por su capacidad de improvisación. El destino le sonreía hasta que en 1796 comenzó a perder audición. El artista no dejó que su arte se resintiera por ello. Los últimos 25 años de su vida estuvo sordo, pero creó la Novena Sinfonía, el Concierto para Piano nº 5, el Concierto para Violín, los últimos cuartetos y su Missa Solemnis.


Jorge Luis Borges. El escritor que desde siempre había querido ser escritor ignoraba que coronaría el sueño pero se quedaría sin uno de los más importantes sentidos para ello: la vista. Una ceguera que Borges (Buenos Aires, 1899-Ginebra, 1986), conocía: su padre también la sufrió. El autor de Ficciones (1935-1944) o El Aleph se quedó ciego a los 55 años. Desde 1899 fue perdiendo visión, pero no renunció ni a escribir ni a dar conferencias ni a la lectura (le leían en voz alta). Él mismo dijo: «Comprobé que apenas podía descifrar las carátulas y los lomos. Entonces escribí el Poema de los dones: Nadie rebaje a lágrima o reproche/ esta declaración de la maestría/ de Dios, que con magnífica ironía/ me dio a la vez los libros y la noche».

Frida Kahlo. Si hay una artista a la que su sufrimiento físico la liga directamente a su obra ésa es la mexicana Frida Kahlo (Coyoacán, 1907-Coyoacán, 1954). Sus obras son los retratos del terrible dolor que le causaron sus problemas de columna, consecuencia de un accidente en 1925 y continuas operaciones (más de treinta tuvo que sufrir). 



Henri de Toulouse-Lautrec. Este pintor, dibujante y cartelista francés (Albi, 1864-Malromé, 1901) representó la vida nocturna en París, de los locales y burdeles en los que su minusvalía no generaba rechazo, que eran los más bohemios. Tuvo una infancia feliz hasta que en 1874 llegaron las consecuencias de una enfermedad que afectaba al crecimiento de los huesos: sólo llegó a medir 1,52 cm.

 

Henri Matisse. El pintor francés (1869 - 1954), figura fundamental del XX, conocido por forma única de usar el color y el dibujo, cuenta con obras tan valoradas como Ventana en Niza o la serie de Odaliscas. Es sin embargo al quedar postrado en una silla de ruedas cuando crea a capilla del Rosario de Vence. Él mismo decía que a través del arte podía escapar del terrible agotamiento físico.

Un caso diferente:

Valle-Inclán. Conocido es el humor negro del autor de Tirano Banderas, el escritor Ramón Mª del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa, 1866 - Santiago de Compostela, 1936). Hasta tal punto que «Bueno, aún me queda el otro brazo» parece ser que fue lo que dijo el creador de Luces de bohemia cuando perdió el brazo. Fue una pelea con un periodista la que acabó dejándolo manco, ya que se le gangrenó el brazo tras el golpe recibido en la trifulca y hubieron de amputárselo. Su ironía hizo que hasta este terrible suceso fuera superado por su brutal sentido del humor.

Como podeis ver son historias de superación que supusieron para sus actores un esfuerzo enorme para que las trabas que le planteaba la vida quedaran en simple anecdotas en sus vidas. Podemos tomar buen ejemplo de estos bellos casos para tomarnos la vida mucho mejor de lo que lo hacemos de cara a no sufrir más de lo que debemos por lo que nos ha tocado vivir.

La redacción del blog.
Extraido de 20 Minutos.

1 comentario:

Jose Manuel Gandullo dijo...

El gobierno del PP y en concreto el ministro Ruiz Gallardon, están de acuerdo con esta publicación. Y ese es el motivo o razón de ser de la ley de aborto que se ha aprobado. Ellos piensan que un bebé recién nacido con malformaciones, porque no pueden crear obras de arte. Y después pensaron, para incentivarlos (a esas personas nacidas con malformaciones) les quitamos las ayudas a la dependencia, reducimos la de los minusválidos y así creamos el ambiente del año 1850