Diversión, salida con los "colegas" y la llamada "botellona", lleva a los menores a consumir alcohol de una manera desmesurada y sin ningún control. El "quedar" bien con los amigos, no ser capaz de mantener relaciones sociales sin consumir alcohol y hacerse notar, provoca en los menores ese consumo tan intenso que llega a producir consecuencias fatales tales como: comas etílicos, faltas de atención, bajo rendimiento académico, depresión, ansiedad e incluso la muerte.
Unos de los grandes problemas es la venta de alcohol sin ningún control, a sabiendas de la restricción legal a menores, los dependientes de los comercios siguen vendiendo alcohol a menores de 18 años, provocando el consumo de alcohol en edades más tempranas.
Artistas musicales, discotecas y locales de copas, anuncios etc.. fomentan el consumo de alcohol.
Desde aquí nos gustaría resaltar, que hay que concienciar más a nuestros menores del mal uso del alcohol, y sin tapujos comentar las consecuencias que ello tiene. A largo plazo, en todos estos menores, el alcohol puede llegar a crearles una gran dependencia.
Tomás, Robin y Galván.
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