lunes, 16 de mayo de 2016

¿QUÉ TIENEN EN COMÚN EL ROCÍO Y EL 15M?

Ayer fue día de aglomeraciones, de muchas aglomeraciones. Por un lado, en muchas ciudades, no solo españolas, se reunían miles de personas para celebrar el llamado 15M de hace cinco años, ese movimiento surgido en España y que ha hecho cambiar la forma de ver y sentir la política a mucha gente. Por otro lado, otra de las grandes aglomeraciones se ha producido en la aldea del Rocío, donde también miles de fieles se arremolinan alrededor de la imagen religiosa de la Virgen, tras peregrinar durante kilómetros para presentar homenaje y mostrar su devoción a este imagen. 

Estas son dos formas bien distintas de entender una sociedad, de sentirla, de vivirla. Y como se suele decir: "es que hay gente pa´tó". El Rocío forma parte ya de una tradición, de una cultura que atrae no solo a muchos fieles sino también a muchos curiosos a una celebración convertida en fiesta popular. El 15 M, sin embargo, está en sus inicios, aún no es una tradición aunque empieza a ser algo cultural, algo que ha afectado en el sentir de mucha gente, el despertar de almas que estaban dormidas a las luchas inconformistas por muchas causas: desigualdad, desahucios, corrupción, pobreza, medioambiente,...

Una, el Rocío, fiesta religiosa, la otra, el 15M, fiesta de la Democracia. Dos celebraciones, dos maneras distintas de implicación, que pueden tener algo en común: son "actos de fe", una en la religión y la otra en la democracia y por encima de las dos la "Libertad".

Mamen, Paco y Luqca.

1 comentario:

Lorenzo dijo...

El Rocio me causa a mí la impresión de ser una romería para gente de derechas.Todo se disimula, se deja a un lado los problemas cotidianos para emular a John Wayne subido a un caballo y decir aquí estoy yo.
El Rocio es un coladero donde primordial mente se destaca gente de buen vivir que no repara en echar alguna que otra lagrima.

Por otra parte, el 15-M representa vitalidad, ganas de mejorar las circunstancias de la vida; significa rejuvenecer y esta señalada fecha debe ser objeto de estudio. Es un fenómeno sociológico eminentemente ateo, pacifista y no selectivo ni denostado.