miércoles, 17 de diciembre de 2014

UN CORAZÓN EN EL ÁRBOL.

A la sombra de un árbol
escribí un corazón
en el que aparecía tu nombre
y el mio no.




Ya hace tiempo que siegue allí,
y yo acordándome de ti.
El árbol tiene su madurez y fruto da,
el fruto prohibido que me distes a probar.




Eran frutos venenosos 
los que una tarde me diste. 
Que aun sigo con el despiste y triste
¡sí me querías de verdad!. 




Porque si no es así, loco voy  a acabar
y a la sombra de aquel árbol
me vayan a enterrar.
Porque mi corazón sigue latiendo
por un amor de verdad.


Manuel Armentero.
Colabora: Nacho.

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