lunes, 15 de diciembre de 2014

MORIR CON LOS LIBROS PUESTOS.

Esta semana pasada falleció en su casa de Bormujos, Sevilla, el profesor de literatura y Poeta Rafael de Cózar, en el incendio de su domicilio y lo hizo mientras trataba de salvar del fuego su biblioteca. Han sido muchas las bonitas palabras que le han dedicado a esta buena persona, como lo describían sus amigos, y aquí queremos publicar hoy un sentido homenaje que ha firmado Juan José Téllez en El Correo de Andalucía.

Aveces, la muerte no sólo es un destino estadístico sino una parábola. La de Rafael de Cózar, en los tiempos que corren, puede interpretarse como un raro ejemplo en los tiempos que corren: un escritor muere intentando salvar libros de las llamas, en lugar de arrojarlos al fuego como uno de esos pepes carvalhos apócrifos que inmolan lo que hasta ahora ha sido nuestra civilización en los 451 grados farenheït de la contención del déficit y otros dioses modernos.

Fue inútil: los libros que atesoró durante sus días de vino y rosas, se extinguieron también con su último aliento. También semejante suceso puede convertirse en metáfora: otra vez arde inevitablemente Roma, mientras Nerón toca el arpa del pan y el circo en tiempos de crisis. ¿Para qué preocuparnos de salvar lo que alguna vez fueron los presupuestos culturales, la televisión pública, la política de becas, cuando hay que convertir las rimas en saldos contables, los relatos en balances y la magia en primas de riesgo?

Dejó escrito un testamento lírico, Cronopoética, que Jesús Vigorra desgranó ayer, con la convicción de quien lee un presagio. No se hizo humo como quien guarda silencio mientras le conducen al matadero. Como los héroes de cine que hacen un chiste y beben un trago de güisqui para enfrentarse a los malos, Fito defendió su tiempo y lo que fue su vida, con el coraje de quienes le temen más a la sumisión que a la agonía. Al menos, murió con los libros puestos. Su esposa y su hija seguro que saben que su bandera de fuego nos empuja a no tirar la toalla.


La Redacción del blog.
Extraído de El Correo de Andalucía.

1 comentario:

Pablo M. dijo...

La inteligencia y la cultura estan poco valoradas en tiempos de crisis cuando se pone por encima el dinero y lo material. Sentido común o si no... ¿Dónde vamos a llegar?