DE POBRE A RICO Y DE RICO A POBRE EN UN INSTANTE.

Dentro de tantas noticias de corrupción de los que más tienen, hoy destacamos una noticia de honradez de los que menos tienen. Peter, nigeriano, vendedor de pañuelos en un semáforo del barrio del Tardón en Sevilla, no dudo en llamar a la policía para devolver un maletín caído del techo de un coche en marcha.

Cuando se abrió el contenido era mucho dinero en metálico y mucho más en talones. En ningún momento dudó en quedarse con el dinero por honradez y sentido religioso. 

Uno de nosotros lleva toda la vida viviendo en Triana. "Pedro", como le llaman los vecinos, lo ve vendiendo pañuelos cerca de su casa, aunque no mantiene ninguna relación con él, si se cruza muchas veces cuando sale a pasear por la calle. Esta persona se siente integrado en el barrio, está estudiando la carrera de medicina de nuevo, porque ya la estudió en su país y no se le ha convalidado los estudios, de profundas creencias religiosas, así que no es de extrañar su actitud, y que seguro aumentará la simpatía de sus vecinos con este acto de dignidad que ha protagonizado.

La noticia se ha difundido por muchos medios locales y nacionales, lo que creo que contribuirá a paliar la ola de racismo que últimamente está calando en la población española.

"A mi, el hecho que un hombre de color devuelva el dinero "no me dice nada", lo que crítico es a la sociedad sevillana que aplaude este hecho pero que luego se disfraza de nazareno, de chaqueta y corbata y vive de espalda a la realidad o, al menos, mi realidad. Realmente este "acto" está siendo usado, de forma hipócrita, por los medios de comunicación en unos momento de máxima sensibilidad con los inmigrantes y la cercanía de las fechas tan señaladas de la Navidad". 

Enrique H., Lorenzo y Enrique S.