lunes, 25 de febrero de 2013

XXIX MARATÓN CIUDAD DE SEVILLA.

No, no es que corriera ayer la Maratón de nuestra ciudad, bueno casi, os explico... ayer intenté levantarme algo más tarde de la cama, pero lo que pasa cuando hay niños en la casa, durante los días laborables los niños no quieren levantarse para ir al cole pero cuando llega el fin de semana y uno quiere descansar pues no, el niño se levanta más temprano que para ir al cole, no os digo na.

Pues bien, sabíamos que ayer se corría  esta prueba atlética, después de desayunar tranquilamente nos arreglamos informalmente y decidimos asomarnos a la calle para verla, pero no queda aquí la cosa, la hora que era ya habían pasado por allí y nos quedamos con dos palmos de narices, ahí estoy yo y propongo que vayamos en bici al Parque del Alamillo. Vuelta a casa y a sacar la bicicletas.

Bicicleta, gafas de sol, cascos, guantes, polares (porque la mañana estaba fría con ganas), y carril bici hasta el precioso parque. Una vez que llegamos a la altura del Hotel nos encontramos que aún por allí seguían llegando corredores y, ni corto ni perezoso, nos metimos en plena carrera con la bicis. 

La experiencia ha sido increíble, paseando al compás de muchos corredores de todas las edades, condiciones, de más de cincuenta países, muchas personas aplaudiendo, vitoreando, animando a los atletas en los dos últimos kilómetros,  los vellos de punta...

Llegamos al túnel de entrada al Estadio Olímpico de la Cartuja, donde estaba situada la meta, y ya no dejaban entrar a las bicis, conseguimos entrar por la puertas habilitadas para el público. Las gradas llenas, el locutor animando a los corredores y a todos para que siguiéramos aplaudiendo. Desde allí podíamos observar la alegría de los corredores que llegaban a más de hora y medía de la llegada del primero, alzaban los brazos como si hubiesen ganado ellos y puedo llegar a entenderlo, la prueba de maratón es una de las pruebas de resistencia más duras del mundo, tiene mucho mérito prepararse durante algunos meses y conseguir la hazaña de llegar tiene un gran valor, sobre todo personal.

Pudimos ver y disfrutar algunas palabra del que fue campeón del mundo de Maratón precisamente en el campeonato que se celebró en Sevilla en 1999, el ilustre Abel Antón que, con más de cincuenta años, continua practicando este bonito deporte.

El año que viene volveremos... eso sí, en bicicleta.

Rafa.

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