lunes, 23 de mayo de 2011

TE TENGO PRESENTE (HOMENAJE A MI ABUELO)

Cuando se hace de noche, el teléfono ya no suena porque no estás al otro lado. Cuando veo a una persona mayor recuerdo ya no estás, cuando alguien me pregunta, ¿que vas hacer mañana?, uf!, recuerdo que siempre te tenía en mis planes pero siempre hacia mil cosas antes de ir a verte, los días pasaban, y se hacían semanas y las semanas son meses y mis planes eran monótonos, siempre eran las clases, en casa, el novio, etc., porque jamás se me pasó por la cabeza que hoy sería el último que podía, pasaste por el hospital tantas veces y estuviste tan mal… en mi cabeza eras inmortal algo tan absurdo…algo tan descabellado pero es algo tan cotidiano de pensar, de creer que cuando hablas con tu abuelo, con tu padre, con tu hermana hoy, también mañana lo harás, y así día tras días, solo hay que coger el teléfono y marcar, pero la vida no es así, la vida tiene un tiempo para cada persona y no sabemos cuándo termina la de cada una, ni como. ¿Cómo saberlo?, ¿Cómo sentirlo? La tecnología, nos ha hecho mecánicos,en el día a día, con las redes sociales, pero no tenemos el control sobre que le va a pasar a nuestros semejantes, solo alguien lo sabe y si existiese. Me siento tan estúpida por haber perdido tanto tiempo sin estar a tu lado, tan culpable por no haberte visitado, solo, cuando ingresabas en el hospital. Que cómodo por mi parte pensar que estarías esperándome siempre, que cómo es decir, si haber si voy esta semana, que cómodo y doloroso, es un sentimiento que quema por dentro, que abrasa las entrañas y te quedas sin aire y deseas que no pase más aire por tu cuerpo para que pase por el tuyo.


Una semana antes de aquel día, llamaste y me contaste un sueño que para ti era angustioso, soñaste con tu propia muerte, viste a la abuela, estaba tan guapa como siempre, estaba joven, llena de luz, y te trasmitió mucha paz, te dijo que pronto estaríais juntos, soñaste con una pequeña recopilación de tu vida, y me dijiste, ¿ eso es que me voy a morir?,., y yo, me reí de ti, te dije que solo era un sueño, que hace poco que habías estado en el hospital, eras mayor, y te preocupabas demasiado por todo, que los sueños son subjetivos, lo que piensas sin saber lo sueñas, solo lo tenias en la cabeza y lo reviviste como una señal. ¿ cómo te vas a morir por soñar con la abuela?, que, si, que ya antes había soñado con ella, pero esta vez es distinto, había mucha luz, como bajada del cielo, y me ha dicho que pronto nos veremos,, que estaremos juntos, tengo mucho, estoy sudando desde anoche, y no me lo puedo quitar de la cabeza, tranquilo abuelo, que solo es un sueño, no pasa nada, estas muy bien, te han dado el alta, sales por las tardes, ¿no?, como te sientes?, yo, como un chaval. Pues entonces, abuelo, no le des más vueltas, ha sido una experiencia, un sueño muy bonito porque has visto a la abuela, y eso de pronto pueden ser años. ¿Vale?, vamos a cambiar de tema que este muy alterado por un sueño, si yo creyese que todos mis sueños se cumplirían, iba yo lista.


Desde que me eche novio, he pasado más tiempo con él y su familia que con la mía propia. Sobre todo en verano, me iba cada vez que podíamos, la playa, el sol, el mar, que paz da estar allí en la arena, como si el tiempo se parara y no hubiera responsabilidades, nada. En mi cabeza, además de todo eso estaban mis mascotas, esas que lo eran todo para mi, que moría si les pasara algo, que me desvivía por ellas, que me importaban mas que todos, porque no hablaban, y me necesitan para proporcionales, agua y comida. Solo eso, nada más, y cuando me iba a la playa y mi padre iba a proporcionárselos, ¿crees que notaban la diferencia?, ¿crees que le importaba quien lo hiciera?, NO, la respuesta es no, son simples animales que dependen de uno porque los tenemos cautivos, es siempre, pero yo no lo veía así, lo que yo necesitaba de ellas, me lo pedía mi abuelo, él si valoraba quien iba a su casa, quien iba al hospital, quien hablara con él por teléfono, el si lo valoraba. Aquel día me encontraba en la playa, con la familia de otro, la de mi novio, aquel día recibí varias llamadas de mi padre mientras reía en el agua, disfrutando de frivolidades, cuando por fin hable con mi padre, estaba mal, se estaba conteniendo una terrible noticia que no me quería decir, se lo dijo a mi novio, y luego este me paso a mi otra vez. Se me pasó por la mente porque solo tenía en esta cabeza tonta a las estúpidas tortugas, que una de ellas se había muerto, que me llamaba desde mi casa y se la había encontrado así, se me vino el mundo encima. Pero, era mi abuelo, no estaba otra vez ingresado para volver a salir si no que se había MUERTO, SIP, muerto, esa fase que pasan las personas donde dejas de verlas para SIEMPRE, donde ya no hay días para planear ir a verlas y luego no hacerlo, ya no había marcha atrás, ya no le podías decir, o hacer lo que jamás hiciste, todo se acabo, mía abuelo, el que salida de todas, esta vez no fue así. El mundo si se me había caído encima y esta vez de verdad, nada más escuchar las palabras, no, las tortugas no, el abuelo Alfonso. En mi cabeza retumbaban las palabras se han muertos las cuatro tortugas, tienen que ser ellas, mi abuelo no, él no, que se mueran todas mis mascotas pero él no. ¿ por qué no se han muertos ellas que me puedo comprar más?, ¿ por qué?, y yo en la playa, sin mi familia, lejos de todos, lejos de mi abuelo, solo tenía en mi cabeza, volver, volver, ¿ por qué coño estoy aquí en vez de allí?, ¿Qué hago en la puta playa cuando mi abuelo esta muerto?, empezó a llorar y me levante como si me quemara la silla, y solo quería volver, estar con mi padre, mi padre que estaba derrumbado, destrozado y yo lejos, mi padre que jamás había llorado así desde la muerte de mi abuela. Otro duro golpe para él y yo sin estar junto a él. En mi cabeza no se me pasó la posibilidad de ver a mi abuelo otra vez, pero la tuve, antes de llevárselo al cementerio. Le toque, le apreté mi mano muy, muy fuerte, como para hacerle daño y que se quejara, y no lo hizo, no hizo nada, entonces, le acaricie suavemente y le dije que si algún día podría perdonarme por no haber estado con él en vida como nos hubiéramos gustado a ambos. ¿Sabes que después de haber pasado más tiempo con la familia de mi novio que contigo, ninguno me dio el pésame?, solo algunos, tres para ser exactos, ¿y que solo una persona fue a despedirse de ti?, ¿tan poco les he importado a ellos para no me apoyasen en el dolor desmedido y sin consuelo que tengo desde que no estás?.

¿sabes que me arrepiento de cada hora pasada con ellos, y no contigo?, ¿sabes que el mar, no me relaja, el sol no me calienta, y la playa ya no me es placentera desde aquel día que no estuve contigo?, ¿ sabes que las pocas veces que he vuelto a ir desde entonces revivo aquella llamada y tengo el corazón encogido por si me la vuelven hacer para decirme que he perdido a alguien importante en vida y he perdido el tiempo con las personas equivocas?. Tú me has abierto los ojos, la familia es lo primero, y hay que estar en lo malo y en lo bueno, sin rencores sin son minucias.


Se me a venido a la mente una mañana cuando estaba esperando a mi profesor de la autoescuela, y jugando con el móvil tu numero era el primero de la lista, el primero, Abuelo Alfonso, estabas ahí todos y cada uno de los día, nunca se borró, y nunca te llamé desde el móvil, solo esperaba la llamada de las noches, nunca tuve la iniciativa de llamarle yo, porque ya lo hacia tu, era tan cómodo, tan cruel, tan fría esa actitud, que se me cae la cara de vergüenza cada vez que paso por tu casa, y pienso la de veces que he pasado y nunca me paraba para saludar, siempre una escusa, el tiempo, el aparcamiento, pamplinas.


Tu abuelo tenía más ganas de vivir que toda la familia junta, una de mis hermanas no estaba pasando por un buen momento, esas fueron sus palabras, que tu aprovechabas más el tiempo que ella, cuando lógicamente debía ser al contrario. Y esas palabras me acompañan siempre, tengo más ganas de vivir, de salir que tu, que soy un viejo. El aprovechaba todo para salir.


Desde aquel día mi forma de ver la vida es distinta, de sentir es distinto, cuando llegue al tanatorio, no podía creer que eras tu, mi abuelo el que estaba allí, cuando tu te habías sentado junto a mí en otros momentos anteriores, no podía asimilar ni puedo hoy día después del tiempo que ha pasado que no hay mañana iré a tu casa, mañana te llamo, ya no hay un mañana. Cuando estaba tras el coche tradicional que te llevaría a tu destino final, no podía apenas respirar, el dolor era tan grande, que pensaba que no podría vivir, que no podría seguir viviendo después de sentir ese fuego dentro de mí, esa angustia, esa pérdida que hasta ese momento no me di cuenta lo mucho que te quería, lo mucho que te necesitaba, porque todos sabemos que queremos a nuestros abuelos, pero hasta que no lo pierdes no sabes lo que tenias, y me da pena, rabia, haberlo sabido cuando ya era tarde, haberlo sabido cuando no podías escuchar mis palabras, yo iba detrás del coche con el alma al suelo, arrastrando los pies, pensado en días contigo,, en tus palabras, en tu sueño, pensando que los médicos me habían dado la oportunidad muchas veces de haberme espabilado antes y no racioné a tiempo. Yo tengo en un algún fotos tuyas, en mi móvil hasta hace días conservaba tu número en el primer puesto de mi agenda, como si estuvieras vivo, como tener la opción de llamarte cuando quisiera, y cuando fui consciente de que tu abuelo estas en el aire, estas cuando queramos que estés, con solo desearlo, de pensarlo, que ya no hace falta un móvil, si no los recuerdos, los sentimientos, las palabras que no se pronuncian, entonces me di cuenta que no tenía sentido el conservar el numero que después de muerto, tantas veces marque pero ya no tenía sentido, el tren como se dice pasó y es cierto que una vez que pasa ya no vuelve a pasar. Desde que te fuiste, he perdido a dos tortugas esas que ocupaban mis pensamientos y que eran tan importantes, pues dejaron de importarme, no les falta de nada porque están a mi cargo pero esos sentimientos desaparecieron de raíz, si, me dio pena, porque tampoco dependiera de mi sus vidas, desde aquí les digo, que después del dolor que pase contigo nada se compara a ello, y es tan insignificante sus muertes comparadas con la tuya, que no me veo capacitada a cuidarlas porque desee sus muertes en aquella llamada y desde entonces es como si muriesen contigo aquel día. Mis palabras serán crueles para muchos y más sabiendo lo que para mí eran, pero más cruel es saber día a día que tú no estás y ellas sí.


Cuando pienso que ya no estás, lloro como una madalena, desde el mismo momento que empezè a escribirte mis mejillas empezaron a mojarse y ya están empapadas y pienso que aun tengo familia viva hoy, en ese momento y por eso hay que aprovechar el momento con ellos, cuando se puede, cuando aun están aquí, para cuando se vayan tener el alma en paz, pues la mía no lo está él.


Abuelo, en este mundo has dejado tantos cono cientos, tantas chalas, tantas anécdotas, tantas alegrías, tanto por lo que reír, luchar, seguir hacia adelante como lo has hecho tu, a poder tu gran amor, la abuela, y a tu compañera de viaje Rosario, seguiste día a día, disfrutando cada uno como el ultimo, dejaste parte de tu vida escrita en unas de las páginas de mi cuaderno, como que eras un golfillo en el cuartel, que eras un tunante y te hacías con las tuyas, que tuviste donde elegir mujer y elegiste a la abuela por ser la más bella nada más verla dijiste que era para ti, y aunque se hizo de rogar por tu reputación de galán os casasteis y jamás te arrepentiste de haberla conocido, de haber pasado tantos años a su lado, de haber tenido a tres hijos que tan orgulloso estabas de ellos, de tu Alfonsito, y tu manolito, tantas cosas que me contaste de cuando eran chicos, que te reías tanto como si lo estuvieras en ese momento, tenías tan devoción por tus hijos menores que se notaba, y cuando me quedaba contigo en el hospital se te caía la baba hablando de ellos, y tus vecinos de habitación me decían que lo mejor que tenia eran sus hijos, la paciencia que tenían con él era inmensa, y el amor, y la ternura se respiraba, decían que se notaba lo orgulloso que estaba de sus hijos, y ellos, de su padre. Y tus nietas estamos muy orgullosas de haberte tenido como abuelo.



Era tan pequeña cuando se murió la abuela, y pasabas tiempo en casa, que no sé si fuiste feliz en aquellos momentos viviendo con nosotros, todos lo pasamos muy mal con la perdida de la abuela, fue muy dolorosa y aunque hayan pasado muchos años, no puedo olvidarla, me hizo falta todos estos años como me harás falta tu, el resto de mis días, pero soy feliz por el hecho que la abuela te vino a buscar cómo te dijo y que ambos veláis por todos nosotros, y que sois muy feliz por haberos reencontrado.


DANAE.

1 comentario:

Lolafao dijo...

Que lindo lo que escribes sobre los sentimientos que te inspiran tus abuelos, en esta sociedad en la se han perdidos tantos valores, aún quedan personas como tu que nos hacen soñar que no todo está perdido. Un abrazo !! pedazo de persona!!
Lola