Ya asomaba la semana santa de Sevilla 2020 cuando una maldita
pandemia ha entrado en unos de los grandes eventos que engrandecen mi ciudad,
no se pueda celebrar.
Ahora, miles de sevillanos y sevillanas se quedan sin el olor
a incienso, la saeta, el reencuentro con amigos y familiares, por más que
digan, cada semana santa es diferente.
Quizás se parezcan mucho, pero no.
Las calles no se abarrotan igual.
Quien la vive con fervor, o quien admira la calidad
artística, la emoción, la tradición popular, no queda ajeno estos días.
Solo el recuerdo de un objetivo fotográfico, que trata de
plasmar la realidad, la de la semana santa que cada uno vive, puede servir para
adentrar la mente un poco en ese recuerdo, o en esta semana santa que nunca
fue.
Ojalá nos hubiera privado de salir a las calles la lluvia.
Ya estamos pensando en la semana santa del 2021.
Volveremos con más fuerza, hasta pronto.
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