La sostenibilidad del sistema de pensiones en España es un arma electoral para todos los partidos políticos y no debería usarse para tal fin. El Pacto de Toledo que reformó el sistema de pensiones en este país demostró su validez y contó con el consenso de todos los partidos. Es necesario un pacto similar que asegure una pensión digna a los casi 8 millones de pensionista que hay, no solo para el sustento de los propios pensionistas, sino como única fuente de ingresos de muchas familias.
La propuesta de subida con el IPC parece ser la más apropiada. Su implantación debería ser también por unanimidad. Las propuestas alternativas, como los planes de pensiones privados, solo están al alcance de unos pocos debido a la precariedad salarial que padecemos. Las pensiones junto a la sanidad y la enseñanza, deberían ser los ejes centrales en los que cualquier gobierno no debería hacer recortes.
Hoy en día, estamos siendo testigos de las multitudinarias manifestaciones que se están produciendo por todos los rincones de España a raíz de la miserable subida de las pensiones de un 0,25%. El pueblo en general, no solo los pensionistas, van a manifestarse de nuevo el próximo 17 de marzo, sábado, por esta ridícula e injusta subida que hace perder poder adquisitivo a los pensionistas.
El sentido común nos lleva al razonamiento de que tanto la subida de las pensiones y los salarios en general, deben ir proporcionadas con el Indice de Precios al Consumo, pero la gran mayoría de nuestros políticos, con el gobierno a la cabeza, desoyen las reclamaciones de los electores por presiones del sector financiero. Seguramente, cuando se aproximen las próximas elecciones, cambiarán de estrategias y prometerán subidas, algo que ya ha sucedido en otras ocasiones y que es vergonzoso.
Creemos que las pensiones no deberían congelarlas porque gracias a ellas viven muchas familias incluidos los hijos con sueldos miseros y/o parados.
José Manuel, Julián y Ezequiel.
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