miércoles, 22 de junio de 2016

CUANDO EL SUFRIMIENTO DE LA MUJERES DURANTE EL FRANQUISMO ENTRA EN EL TEATRO

Es difícil interpretar todos los dolores de la guerra con una sola voz y que no se antojen prosaicos, repetitivos. La misma voz que no entiende el interés de abrir una fosa común, al segundo está recibiendo una brutal paliza a manos de los soldados franquistas. Por hablar, por callar, por ser mujer. "Solo sois mujeres, no sois nada”, repetían sus verdugos con la sorna propia de quien se cree del sexo fuerte. Pero ellas no solo eran amas de casa en el lugar inadecuado, también eran bestias de la trinchera que defendían su ideología, aguantaban la sangre entre las encías y se arrancaban las uñas magulladas después de los puñetazos.
"En España hacen falta muchos homenajes, pero el que más me duele es el de las mujeres republicanas que lograron suplir unas carencias hoy inimaginables", decía Almudena Grandes sobre las hijas de la Nueva España de los años 30. Solo son mujeres, la nueva obra del Teatro Abadía de Madrid, recupera ese dolor en un tríptico de testimonios sobre el periodo más infame de la Guerra Civil. Las olvidadas del franquismo son cifras perdidas entre los registros de la policía, son 13 rosas y  voces dormidas de la cárcel de Huelva, son las hijas de las militantes exiliadas en Rusia y México.
La redacción del blog. Extraído de eldiario.es

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