Hablando
sobre el poder de las palabras, hablar al menos dos idiomas puede
reducir la demencia en un cerebro que envejece según demuestra una
nueva investigación.
Los
científicos ya saben que los adultos jóvenes bilingües y los
niños realizan mejor las tareas que dicta el sistema de control
ejecutivo del cerebro.
Situado
en la parte frontal del cerebro, este sistema es “la base de tu
capacidad para pensar de forma compleja, controlar la atención y
hacer todo lo que pensamos como un pensamiento excepcionalmente
humano” señaló Ellen Bialystok, psicólogo de la Universidad de
York en Toronto, Canadá.
Actualmente
los estudios revelan que las ventajas del bilingüismo persisten en
la edad madura, incluso cuando la agudeza natural del cerebro se
reduce, explicó Bialystok el viernes en una reunión de la
Asociación Americana de Avance de la Ciencia en Washington, D.C.
Los
cerebros bilingües retrasan los efectos del envejecimiento
Bialystok
y sus colegas investigaron a 102 pacientes con Alzheimer bilingües
durante mucho tiempo y a 109 monolingües que tenían el mismo nivel
de agudeza mental. Aproximadamente unos 24 millones de personas
tienen demencia en todo el mundo, sufriendo la mayoría de ellos de
Alzheimer, de conformidad con la universidad médica del Karolinska
Institutet de Suecia.
A
los pacientes bilingües se les había diagnosticado el Alzheimer
unos cuatro años después que a los pacientes monolingües, de
media, de acuerdo con el estudio más reciente de Bialystok,
publicado en noviembre en la revistaNeurology.
Esto
sugiere que el bilingüismo está “protegiendo a los adultos de más
edad, incluso cuando el Alzheimer comienza a afectar a la función
cognitiva”, afirmó Bialystok.
Bialystok
también está estudiando las diferencias físicas entre los cerebros
monolingües y bilingües.
En
un nuevo experimento, utilizó TACs para examinar los cerebros de
personas monolingües y bilingües con demencia. Todos los sujetos
tenían la misma edad y funcionaban en el mismo nivel cognitivo.
Los
efectos físicos de la enfermedad en el cerebro resultaron ser más
avanzados en los cerebros de las personas bilingües aunque su
capacidad mental era más o menos la misma según explicó a National
Geographic News.
Aparentemente,
los cerebros bilingües se compensan de alguna forma. “Aunque la
“máquina” esté más rota, puede funcionar al mismo nivel que
uno monolingüe con menos enfermedad”, afirmó.
No
es demasiado tarde para beneficiarse de un nuevo idioma
Los
beneficios del bilingüismo pueden comenzar en el útero, comentó
Janet Werker, psicóloga de la Universidad de British Columbia,
Canadá.
Por
ejemplo, los estudios de Werker y sus colegas demuestran que los
bebés expuestos a dos idiomas en el útero no confunden sus idiomas
desde el nacimiento.
El
entrenamiento mental que requiere mantener dos idiomas separados
puede crear una “vigilancia sensorial reforzada” que tiene
beneficios para toda la vida, afirmó Werker.
“Lo
que me gustaría sugerir es el tipo de ventajas de las que ha oído
[en el envejecimiento] pueden establecerse desde aquellos primeros
días de la vida, en [bebés] que deben mantener los dos idiomas
separados.”
Confirmado,
los que han nacido en el bilingüismo, lo tienen más fácil.
“Los
bebés tienen el lujo del tiempo, tienen la oportunidad de centrarse
realmente en las tareas inmediatas”, afirmó Werker.
“Si
queremos aprender un segundo idioma, [necesitamos] reservar algo de
tiempo para ello y las pruebas sugieren que la recompensa vale la
pena.
Incluso
aunque no aprendas un segundo idioma hasta la edad madura, todavía
puede ayudar a evitar la demencia según Bialystok.
Ser
“bilingüe es una forma de mantener el cerebro activo” es parte
del enfoque de reserva cognitiva para el fitness cerebral”, afirmó
Bialystok.
Y
cuando se trata de ejercitar el cerebro aprendiendo otro idioma,
añadió, “cuanto más mejor y cualquier cosa por pequeña que sea
ayuda”.
La redacción del blog.
Extraído de National Geographic.
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