
El número de personas que necesitan
el amparo de la administración pública se viene incrementando en
los últimos años en Madrid. La Agencia Madrileña para la Tutela de
Adultos (organismo de la Consejería de Asuntos Sociales) asiste ya a
4.625 mayores de edad con capacidad legal limitada, según datos de
abril de este año. De todos ellos, la Comunidad ejerce la tutela
completa de 2.274 personas, frente a los 1.311 que custodiaba en 2007
(un 73,4% más en este periodo). En estos casos extremos, la Agencia
para la Tutela se hace cargo de la administración de sus bienes
personales, de su defensa legal, su representación ante cualquier
instancia y de sus cuidados tanto sanitarios como afectivos.

"Nos
hacemos cargo de ellos cuando un juez lo dicta, en caso de que no
tengan parientes directos o éstos no sean idóneos para cuidarlos
por edad, salud o conflictos familiares", aseguran trabajadores
sociales encargados de la atención a los tutelados. "Es uno de
los colectivos más vulnerables de la sociedad. Tienen incapacidades
que les impiden actuar por sí mismos, por lo que la agencia les
representa en todo, desde tomarse una medicina hasta realizar compras
o acudir a un juzgado", explican.
El crecimiento experimentado en los últimos años está
motivado, entre otras razones, "por la detección de más
pacientes con patología dual, es decir, personas con un trastorno de
conducta previo y en ocasiones no diagnosticado que se agrava por
adicciones, como alcoholismo o drogas", apunta Carolina García
Durrif, directora de la Agencia. El número de atendidos por el
organismo regional también aumenta "debido a que las familias y
las asociaciones privadas que hasta ahora se solían hacer cargo de
ellos están asumiendo menos casos porque carecen de los medios
suficientes", añade García Durrif. Por otro lado, "hay
mayor capacidad de absorción de casos y ha crecido la
profesionalización para detectar las necesidades" de personas
desamparadas.

Pese
a su labor, la Agencia no está exenta de polémica. El fiscal
superior de Madrid, Manuel Moix, advirtió hace apenas dos semanas de
un "retraso" en la presentación de cuentas de la Agencia
para la Tutela de Adultos y apuntó a la "posible insuficiencia
de medios" como causa. La Agencia reconoce "un atasco al
incrementarse el número de tutelados, aunque se está solucionando
con un proceso de informatización de expedientes y más personal",
según su directora. Por su parte, UPyD ha denunciado en la Asamblea
de Madrid casos en los que la Agencia "no rinde cuentas" y
quejas de tutelados. Sin embargo, desde la Agencia relativizan esas
reclamaciones: "Solo hay una veintena de quejas al año, todas
por asuntos leves, y terminan archivadas", defiende la Agencia.

"Mi
mujer se divorció y perdí a mi familia. Llevo 10 años sin ver a
mis hijos", cuenta. Un juez declaró la incapacidad de José
Ángel y otorgó su tutela a la Comunidad. En estos años su
capacidad de autogobierno ha mejorado notablemente: "Desde que
estoy aquí veo que puedo hacer más cosas por mí mismo. Me prestan
apoyo, mi trabajadora social está todo el día encima de mí. Ahora
mis cuidadores están planteando que pueda ir viendo a mis hijos
progresivamente. Esa es mi esperanza".
Eduardo
es un ejemplo de superación. Tuvo que ser tutelado durante años por
la Comunidad, debido a incapacidad para autogestionarse. Sin embargo,
ha avanzado en su capacidad para valerse por sí mismo y ya no
necesita la tutela completa. Actualmente está protegido bajo la
figura de una curatela, que se presta a personas con incapacidad
parcial pero con mayor grado de autogobierno personal. "La droga
empeoró un trastorno esquizoafectivo que sufría previamente. Entre
la droga y la enfermedad acabé abandonándome, ni me duchaba ni veía
a la gente. Utilizaba la droga para esconderme del mundo. Al final
tuvieron que tutelarme los trabajadores sociales, por petición de mi
madre, porque yo era incapaz de enfrentarme a la vida y ella estaba
enferma", recuerda Eduardo.
Ahora
su historia está cambiando: "Estoy aprendiendo a manejar mi
vida y no necesito la tutela total. Tengo un trabajo en un comedor
social, pinto cuadros e incluso se muestran en exposiciones [Bienal
de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE, en Centro Centro,
Palacio de Cibeles]. Voy mejorando aunque este es un proceso lento y
me llevará tiempo", asume.

La redacción del blog.
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