Ya
no se trata sólo de qué comemos, sino de cómo y cuándo. Cuando
comemos hay hábitos, vicios y costumbres poco saludables e
inconscientes que ponen la zancadilla a una buena alimentación.
Presentamos seis costumbres que debemos evitar si queremos evitar
ganar peso.
'Esconder'
las frutas y verduras en la cajonera auxiliar.
Cuando algo está fuera de nuestra vista de alguna forma tampoco lo
tenemos en mente. Prueba a mantener las frutas y verduras visibles. Almacenarlas en la parte superior del frigorífico o en el clásico
frutero sobre la encimera de la cocina. Estudios de investigación
muestran que somos más propensos a consumir frutas y verduras cuando
están fácilmente accesibles y visibles en la cocina.
Dejar
el resto de comida cocinada en la olla mientras comemos.
Es una rutina común: cocinas, te sientas a comer y dejas lo que no
está en el plato en la cocina. Esta costumbre hace fácil volver a
por una segunda ración que no necesitamos. Intenta establecer un
nuevo hábito: antes de sentarte a comer o cenar transfiere los
sobrantes de las cacerolas y sartenes a contenedores y guárdalos en
la nevera.
Comer
directamente del paquete.
La costumbre de comer del paquete por ejemplo las patatas fritas o
todo tipo de alimentos procesados suele conducir a un consumo
excesivo de estos productos, en especial cuando los paquetes son
grandes. Este mal hábito en la cocina altera la percepción de la
cantidad de comida que se toma de una vez. Hay que intentar ser
consciente de las raciones en los aperitivos que se toman
determinando la porción a consumir antes de empezar al servirlo en
otro recipiente. Los restos de comida es mejor guardarlos en varios
envases más pequeños en vez de en uno muy grande.
Llenar
el cuenco de 'caprichos' con aperitivos fáciles de picar.
En muchas cocinas existe un recipiente lleno de dulces, frutos secos
u otros aperitivos. Este plato suele ofrecer una satisfacción
instantánea y un montón de calorías innecesarias. Si quieres
perder peso de verdad elimina este cuenco o al menos llénalos con
aperitivos que sean más difícil de comer en exceso. Por ejemplo, en
un estudio, las personas consumieron un 41% menos de pistachos cuando
se presentaron con su cáscara en vez de pelados.
Utilizar
los ingredientes 'a ojo' cuando se cocina o se hornea. Añadir
un toque de aceite de oliva o una pizca de sal puede que funcione
bien en los programas de televisión pero pueden contribuir a un
exceso de calorías en nuestro menú. Por ejemplo, ese toque personal
de aceite de oliva podría estar cerca de la cucharada sopera que
pide la receta pero también nos acerca demasiado a añadir 100 o más
calorías. Lo recomendable es utilizar tazas y cucharas de medidas al
preparar las comidas.
Y
obviamente… pasarse con la grasa. Se
utilice el método que se utilice al cocinar es clave no emplear
demasiada grasa, mantequilla o aceite. Si se emplea el horno se
pueden poner sobre las bandejas láminas de papel de aluminio
engrasadas muy ligeramente. También es conveniente emplear sartenes
y ollas antiadherentes que permiten cocinar con muy poca cantidad de
aceite y con ello dejar atrás muchas calorías de más.
Extraído de 20 Minutos.
1 comentario:
Buenas recomendaciones, compañeros! Por aquí alguien dice que para no engordar: poca cama, poco plato y mucha suela de zapato. ¡Un abrazo!
Publicar un comentario