miércoles, 24 de abril de 2013

¿DONDE VAN LAS ESTACIONES?

Primavera.
¿A dónde van las estaciones cuando terminan?. ¿A dónde van la primavera, el invierno, el otoño y el verano cuando se ha cumplido el plazo del fin de su existencia? Acaso se refugian detrás de las estrellas o cruzan el espacio sideral para llegar más allá de donde pueden llegar nuestros sentidos y nuestra comprensión, lugares invisibles que intuimos que existen en algún lugar apartado de nuestro gigantesco espacio, pero que dejamos apartados en el olvido.

Quizás terminan en espacios desconocidos, dimensiones que el ser humano no puede imaginar, tierras indómitas que se hallan en la más profunda de las fantasías.

Verano.
Y allí permanecen un largo tiempo, esperando el momento del relevo, embelleciendo esas tierras o entristeciéndolas con su presencia, añorando a los humanos que transitan por las calles de las ciudades o los caminos pedregosos de los bosques silvestres donde los campesinos hacen sus paseos diarios.

Y así se van sucediendo las estaciones, siguiendo los antiguos e idénticos pasos que aprendieron cuando era jóvenes, cuando el Universo aun no era viejo y poesía el doble de estrellas.

Pero de todas ellas que es bonita la primavera. La primavera es coqueta y antes de venir con su atuendo de flores y capullos brillantes se mira en el espejo y se pinta los ojos del verde de las hojas y se pinta los labios del rosa de las flores más hermosas y se arregla el pelo con un peine confeccionado de oro y de cielos y horizontes azules que se extienden más allá del infinito. No quiere decepcionar a nadie para no decepcionarse a si misma, para no ser un burdo reflejo del espejo nada mas que no tiene apenas trascendencia.

Otoño.
Los enamorados entrelazan sus manos y mantienen la mirada alzada al sol con gesto agradecido mientras van aprendiendo el roce suave que anida en la piel de su amante. Y se dicen “te quiero” con mas fuerza elevando su afirmación hacia las alturas, donde encontrara un lecho en las nubes para asentarse y no caer, permaneciendo allí arriba para siempre, sin lluvias que los desmembré rápidamente.

Siempre espero que se retire el invierno, con su pesada bata de nieve y sus ojos tristes y nevados, con sus tormentas lluviosas y sus callados días nublados, donde la luz se disemina entre el cumulo de nubes negras, perdiendo el esplendor con que se gestó su semilla secreta, guardada en algún cajón oculto a la vista de los humanos...

Estaciones que van y vienen, noria que va girando siguiendo el mismo e interminable recorrido, haciendo pasar el tiempo cada año, ese tiempo que se perderá en el pasado y no se podrá recordar salvo por el milagro del recuerdo, donde las imágenes se van colando en nuestra mente como un río lleno de diferentes reflejos de oros.

La vida pasa. Y las estaciones también, haciendo que dejemos de ser niños.

invierno
La vida pasa y las estaciones también. Pero no te apresures a seguirlos. Solo vuela alto con las alas de libertad que la vida te regala cada día, cumpliendo una misión tan remota como repetida, mucho más allá de las estrellas conocidas.

Ignacio Pérez Jiménez.

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