lunes, 28 de enero de 2013

SOBRE EL INCENDIO DE LA DISCOTECA EN BRASIL.




En Brasil se ha vivido este fin de semana una de las jornadas más trágicas de las últimas décadas, al incendiarse una discoteca en la localidad de Santa María a 300 Kms. de Porto Alegre.

Al parecer el fuego se originó cuando el vocalista del grupo que actuaba en ese momento, encendió una bengala y las chispas prendieron la espuma aislante del techo de la discoteca; según fuentes de la policía, el grupo musical podría ser acusado de homicidio imprudente.

Las primeras investigaciones indican que la puerta principal del local estaba cerrada y que no existían salidas de emergencia, además la licencia del local estaba caducada desde agosto del año pasado. 

Algunos testigos supervivientes que consiguieron salvarse del fuego y de los gases tóxicos, narraron que los guardias de seguridad de la discoteca impidieron la salida de los jóvenes al pensar que querían salir del local sin pagar.

La tragedia se ha saldado con 233 jóvenes  muertos por asfixia y aplastamiento y 117 personas se encuentran hospitalizadas con lesiones de diversa gravedad, algunas de ellas en estado muy grave.

El incendio se produjo a las 2.30 hrs. de la madrugada del domingo, los bomberos no tardaron en llegar, aunque sólo consiguieron apagar el fuego a las 5.30 hrs. de la mañana. Las labores de rescate de los cuerpos se prolongaron varias horas. Inicialmente se hablaba de entre 40 y 100 fallecidos, pero los peores pronósticos se fueron cumpliendo con el paso de las horas. Fueron necesarios varios camiones para transportar los cadáveres hasta donde se realizaron los trabajos de identificación.

Desgraciadamente este tipo de tragedias ocurren con  demasiada frecuencia y en todas concurren un sin fin de coincidencias, como las enormes aglomeraciones por encima de lo permitido, todas ocurren también en espacios cerrados, la mayoría sin licencias para abrir o celebrar eventos distintos, la falta de salidas de emergencia, la mala formación de los servicios de seguridad, falta de planes de evacuación, etc. 

Que más tragedias nos deparará el futuro mientras las administraciones públicas responsables no aprenden nunca de estas desgraciadas experiencias y no ponen coto a los desmanes de un gran número de empresarios ávidos de fortuna y dinero rápido y sin escrúpulos que  tratan de aprovecharse de los jóvenes. 

1 comentario:

Jose Manuel Gandullo dijo...

Es sencillo, esto dejará de ocurrir, cuando los políticos dejen de ser corruptos y dejen de cobrar dinero B por hacer la vista gorda.